1a lect del libro de los Hechos de los Apóstoles 12,1-11. Miércoles 29 de Junio de 2016.
SANTOS PEDRO Y PABLO APÓSTOLES
“AHORA SI ESTOY SEGURO DE QUE EL SEÑOR ENVIÓ A SU ÁNGEL, PARA LIBERARME DE LAS MANOS DE HERODES”.
Por aquel tiempo el rey Herodes decidió apresar a algunos miembros de la Iglesia para maltratarlos.
Hizo matar a espada a Santiago, hermano de Juan,
y, al ver que esto agradaba a los judíos, mandó detener también a Pedro: eran precisamente los días de la fiesta de los Panes Azimos.
Después de detenerlo lo hizo encerrar en la cárcel bajo la vigilancia de cuatro piquetes de cuatro soldados cada uno, pues su intención era juzgarlo ante el pueblo después de la Pascua.
Y mientras Pedro era custodiado en la cárcel, toda la Iglesia oraba incesantemente por él a Dios.
Llegaba el día en que Herodes iba a hacerlo comparecer; aquella misma noche Pedro estaba durmiendo entre dos soldados, atado con dos cadenas, y otros guardias custodiaban la puerta de la cárcel.
De repente la celda se llenó de luz: ¡estaba el ángel del Señor! El ángel tocó a Pedro en el costado y lo despertó diciéndole: “¡Levántate en seguida!” Y se le cayeron las cadenas de las manos.
El ángel le dijo en seguida: “Ponte el cinturón y las sandalias. Así lo hizo, y el ángel agregó: “Ponte el manto y sígueme.
Pedro salió tras él; no se daba cuenta de que lo que estaba ocurriendo con el ángel era realidad, y todo le parecían visiones.
Pasaron la primera y la segunda guardia y llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual se les abrió sola. Salieron y se metieron por un callejón, y de repente lo dejó el ángel.
Entonces Pedro volvió en sí y dijo: “Ahora no cabe duda: el Señor ha enviado a su ángel para rescatarme de las manos de Herodes y de todo lo que proyectaban los judíos contra mí.
PALABRA DE DIOS-TE ALABAMOS, SEÑOR.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.