La Virgen María nos ayude a aprovechar el tiempo presente para escuchar y poner en práctica la palabra de Dios. Nos obtenga que estemos más atentos a los hermanos necesitados para compartir con ellos lo mucho o lo poco que tengamos, y contribuir, comenzando por nosotros mismos, a difundir la lógica y el estilo de la auténtica solidaridad.