María Santísima, la Virgen pura y sin mancha, es para nosotros escuela de fe destinada a guiarnos y a fortalecernos en el camino que lleva al encuentro con el Creador del cielo y de la tierra… inspiraos en sus enseñanzas. Procurad acoger y guardar en el corazón las luces que ella, por mandato divino, os envía desde lo alto.