Billete Celador –Un mensaje para Ti Guardia de Honor-

Fruto de la Oración de Jesucristo…

Parroquia de san Pío X          

Si me amáis, guardaréis mis mandamientos; y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre, el Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce. Pero vosotros le conocéis  porque mora con vosotros y estará en vosotros.

Juan 14, 16-17

San Juan Crisóstomo: El Espíritu de la verdad… estará en vosotros, o sea, no sólo permanecerá cerca de vosotros y con vosotros como yo, sino que vivirá en vuestra alma por la gracia y la iluminación, hasta que no lo rechacéis con el pecado.

Solicita al Santo Espíritu, ilumine y guie por senderos de virtud.

El Espíritu de Dios, no puede separarse del Padre y del Hijo; Él, se revela con su propia personalidad. El Hijo, en su humanidad idéntica a la nuestra, nos revela a la vez quien es él y quien es el Padre, al que no cesa de contemplar. Nos es posible diseñar rasgos del Hijo y del Padre, el Espíritu, no tiene un rostro, pero si podemos sentir y escuchar, su presencia que vivifica los corazones.  El Espíritu nos llama al combate contra la carne.

Que vivamos en el Espíritu, en configuración con Cristo, tiene como misión la redención del mundo. ¡Cuántas veces vemos orar a Jesucristo! ¡Especialmente en los momentos importantes! Jesucristo pide al Padre nos comunique la vida en el Espíritu. La oración de Cristo es escuchada porque es la oración de un Hijo a su Padre. El dialogo es primordial ¿Cómo puede un hijo ignorar y permanecer mudo  con su Padre, si nos ha dado todo? ¡Si  es Él, nuestra esperanza!  La vida en el Espíritu, ha de estar llena de la vida del Señor, no es algo de lo que se pueda presumir, es una amistad intensa que reclama compromiso con Dios y con los demás, esta amistad requiere  tomar las cosas del Señor en serio. El Espíritu forcejea en nosotros, para configurarnos  y orientarnos hacia Dios, por caminos de unidad  y santidad, revestidos con su armadura…haciéndonos testigos del Dios verdadero.

El Espíritu, es necesario en el diálogo con el Padre.

No podemos entender a Dios con un espíritu mundano, necesitamos dejar el pecado y dejar actuar a su Espíritu para que penetre como espada en nuestro interior y ponga en descubierto todo lo que viene de la carne, para poder oír  y conocer  sus Palabras de salvación. Jesucristo confeso a su Padre con toda su vida, así también los discípulos tendrán que dar testimonio del Señor, con sus palabras y obras. Mientras Jesús vivía con ellos no temían nada; era su paráclito, siempre presente para sacarlos de apuros y a su defensa, cuando él se ausente, el Espíritu, ocupará su lugar con su fuerza enfrentaran al mundo. Cuando un hombre muere por muy grande que sea, pasa a ser parte del pasado, en cambio,  Jesucristo entrega su Espíritu y lo transmite a su Iglesia, su acción continua en el  anuncio de la Palabra, en la fracción del Pan, en la unión de los hermanos, en la oración, en conversiones…en los discípulos que siguen sus huellas… El que vive en amistad sincera y generosa con el Señor, sabe que el Espíritu mora en él, porque conoce el actuar del Espíritu… el éxito es de Dios, que nadie se glorié a sí mismo.

 La fe, esperanza y caridad están al servicio del Evangelio, del que dan testimonio.    

Mamita María,  tú eres obra maestra del Espíritu Santo, en ti  desbordo en amor y dones singulares, tu eres elemento esencial en Pentecostés, por eso Madre te rogamos intercedas por la humanidad que gime en caminos de muerte, desesperación, de dolor… enséñanos a orar incesantemente como cuando orabas con los discípulos para recibir la fuerza de lo alto. Mamita María, necesitamos el auxilio del Espíritu de Dios, solos no podemos, intercede por tus hijos.

Para que en todos los países del mundo las mujeres sean honradas y respetadas y sea valorizado su imprescindible aporte social. Para que se difunda en las familias, comunidades y grupos, la práctica de rezar el santo Rosario por la evangelización y la paz.

   Oremos por todas las necesidades de nuestra Iglesia en especial por: santo Papa Francisco, Papa Emérito Benedicto XVI, Arz. Alfonso Cortes Contreras, Arz. Emérito José Guadalupe Martin Rabago, Obispo Juan Pallares, por todos los Obispos y sacerdotes del mundo en especial por: P: Eduardo Contreras, P. Juan Rodríguez Alba, P. Mario García, P. Juan Manuel Fernández, P. Silverio Chávez Ayala, P. Rafael, P. Martin Tafolla, P. Jorge Claudio, P. Hugo Landeros, P. Arturo Pérez Márquez, P. Antonio Borja,  P. Arturo Espinoza Rico, P. Jorge Avalos, P. Chuy Salazar, P. Carlos Muñoz F., P. Chuy Reyes, P. José López, P. Valentín Garibay, P. Joel Padrón González, P. Juan María Huerta Muro, P. Roberto Velázquez, P. Cástulo Zavala, P. Eduardo Córdova, Párroco Tomas M. Zielinski, P. Juan Desiderio Espinoza, P. Miguel Domínguez, P. Leo Patlán, P. Emmanuel Ayala, Arz. Ulises  por todos los seminaristas, por todas las órdenes religiosas, vocaciones sacerdotales, Misioneros, Diáconos, todas las autoridades eclesiales, Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión, todos los Ministerios en especial Catequesis infantil, Familia, Comunidades, Epso Caritas, Evangelización, Liturgia, Música, Ministerio de Jóvenes, Pastoral de la Salud, Visitan la Cárcel, Niños de María y todos los Servidores de la Iglesia.

Celadores del Santísimo Sacramento y Guardias de Honor del Sagrado Corazón de Jesús.

Oremos por todos los enfermos del mundo en especial por: P. Juan Manuel Fernández,  José Pedro Ontiveros Beltrán, joven Víctor Manuel Ramírez Cervantes,   Martha Tafolla, Salvador Muñoz,  María Eugenia Villalobos de Herrera (grave)   Lupita Goytortua (cáncer) Sonia Pro, Ramoncito, Gora Gallardo,  Lidia Martínez,  Bertha Solís, Maritza Constantino, Cristina Ortiz Osorio, Getsemaní Palacios Gómez,  por las mamas que están enfermas,  todas las mujeres embarazas con riesgo de aborto, todos los que nos piden oración.

Por todas las familias del mundo en especial: Hernández Roa, Hernández Navarro, Soto Aguiñaga, Torres Quintero, Quintero Pulido, López Gutiérrez, Zamora Alférez, Mayo Jiménez,  Gamiño Ortiz, Gómez Murillos, Villalpando, Rocha Martínez, Martínez Martínez, Gallardo Saavedra, Ibarra Grande.

Por la paz en todo el mundo.

Por las necesidades de nuestros hermanos del Ecuador, Venezuela y Brasil.

Por todos nuestros fieles difuntos en especial:   Amalia Martínez, Luis M. López,  Juan Enrique Cruz, Bertha Ramírez,  María Reyes, Clemente M. Juana Gómez, Lolita Manrique, José Guadalupe Martínez  y las almas del Purgatorio.

¡¡¡Unidos en la Eucaristía!!!