Pecados que claman al cielo Son cuatro: El homicidio voluntario El pecado impuro contra el orden de la naturaleza La opresión del pobre La defraudación o retención injusta del jornal al trabajador Se dice que estos pecados claman al cielo, porque así lo dice el Espíritu Santo, y porque su iniquidad es tan grave y manifiesta, que provoca a Dios a castigarlos muy severamente.