Para ser amigo de Dios con “San Francisco de Sales” La verdadera azúcar espiritual
Los fuegos, las llamas, las ruedas y las agudas espadas, parecían a los mártires, flores hermosas y preciosos olores. Y esto porque eran devotos. Si la Devoción puede dar dulzura a los más crueles tormentos y a la misma muerte, ¿cuánto más fácil le será el darla a las acciones de virtud?
El azúcar hace dulce los frutos más maduros, corrige y templa la crudeza de los que están muy maduros. Así la Devoción, es la verdadera azúcar espiritual, que:
Quita la amargura a las mortificaciones Quita el daño a las consolaciones Quita el cuita a los pobres Quita la soberbia a los ricos Quita al oprimido la ruina Quita la insolencia al favorecido Quita la tristeza al solitario Quita la disolución al que está en compañía Sirve de fuego en el invierno Sirve de roció en verano Sabe abundar o sufrir pobreza Hace igualmente útil el honor y el menosprecio Recibe el placer y el dolor, con un corazón casi siempre semejante Nos colma el espíritu de una maravillosa suavidad.