Evangelio San Juan 5,1-3.5-16. Martes 8 de Marzo de 2016.
“AL MOMENTO EL HOMBRE QUEDÓ CURADO”.
Después de esto se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.
Hay en Jerusalén, cerca de la Puerta de las Ovejas, una piscina llamada en hebreo Betesda. Tiene ésta cinco pórticos,
y bajo los pórticos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, tullidos (y paralíticos. Todos esperaban que el agua se agitara,
Había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.
Jesús lo vio tendido, y cuando se enteró del mucho tiempo que estaba allí, le dijo: “¿Quieres sanar?”
El enfermo le contestó: “Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua, y mientras yo trato de ir, ya se ha metido otro.
Jesús le dijo: “Levántate, toma tu camilla y anda.
Al instante el hombre quedó sano, tomó su camilla y empezó a caminar.
Pero aquel día era sábado.
Por eso los judíos dijeron al que acababa de ser curado: “Hoy es día sábado, y la Ley no permite que lleves tu camilla a cuestas.
El les contestó: “El que me sanó me dijo: Toma tu camilla y anda.
Le preguntaron: “¿Quién es ese hombre que te ha dicho: Toma tu camilla y anda?”
Pero el enfermo no sabía quién era el que lo había sanado, pues Jesús había desaparecido entre la multitud reunida en aquel lugar.
Más tarde Jesús se encontró con él en el Templo y le dijo: “Ahora estás sano, pero no vuelvas a pecar, no sea que te suceda algo peor.
El hombre se fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado.
Por eso los judíos perseguían a Jesús, porque hacía tales curaciones en día sábado.
PALABRA DEL SEÑOR.- GLORIA A TÍ, SEÑOR, JESÚS.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal católiico: Asamblea Eucarística. México.