Del libro del Profeta Daniel 3,25.34-43. Martes 1 de Marzo de 2016.
“ACEPTA SEÑOR, NUESTRO CORAZÓN ADOLORIDO Y NUESTRO ESPÍRITU HUMILLADO”
De pie, en medio del fuego, Azarías abrió la boca y oró de esta manera:
En honor a tu nombre no nos abandones para siempre ni te olvides de tu alianza.
En recuerdo de Abrahán tu amigo, de Isaac tu servidor y de Israel tu santo no alejes de nosotros tu misericordia,
tú que prometiste multiplicar su descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a orillas del mar.
Sí, Señor, entre todas las naciones de la tierra somos los más pobres, y hemos sido humillados ante toda la tierra por culpa de nuestros pecados.
No hemos tenido en todo este tiempo ni príncipe, ni profeta, ni jefe, ni holocausto, ni sacrificio ni ofrenda, ni incienso, ni siquiera un lugar para presentártelos y ser acogidos con benevolencia.
Recibe sin embargo nuestro corazón destrozado y nuestro espíritu humillado como si fueran holocaustos de carneros y de toros, o sacrificios de miles de gordos corderos.
Que así sea ahora nuestro sacrificio ante ti, concédenos seguirte fielmente, porque los que en ti ponen su confianza no quedarán decepcionados.
Ahora te seguimos con todo nuestro corazón, te tenemos y buscamos tu rostro. No nos cubras de vergüenza,
sino que trátanos según tu benevolencia y según tu gran misericordia.
Líbranos con tu poder y haz que veamos la gloria de tu Nombre, Señor.
PALABRA DE DIOS.- TE ALABAMOS, SEÑOR.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México