Billete Celador –Un Mensaje para Ti Guardia de Honor-
La mujer adultera…
Parroquia de San Pío X
Jesús se fue al monte de los Olivos. Pero de madrugada se presentó otra vez en el Templo, y todo el pueblo acudía a él. Entonces se sentó y se puso a enseñarles. Los escribas y fariseos le llevan una mujer sorprendida en adulterio, la ponen en medio y le dicen: “Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en fragante adulterio. Moisés nos mando en la Ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices?” esto lo decían para tentarle, para tener de qué acusarle. Pero Jesús, inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra. Pero, como ellos insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: “Aquel de vosotros que este sin pecado, que le arroje la primera piedra”. E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra. Ellos, al oír estas palabras, se iban retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos; y se quedó solo Jesús con la mujer, que seguía en medio. Incorporándose Jesús le dijo: “Mujer, ¿Dónde están? ¿Nadie, te ha condenado?” Ella respondió: “Nadie, Señor.” Jesús le dijo: “Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más.”
Juan 8, 1-11
San Agustín: el que de vosotros no tenga pecado, tírele una piedra el primero: es la voz de la misma justicia; la pecadora sea castigada, pero no por vosotros que sois pecadores; sea ejecutada la ley, pero no por vosotros que sois transgresores de la ley. El que no empiece con juzgarse a sí mismo, no será apto para pronunciar un juicio recto acerca de otros.
Imitemos la prudencia y la bondad del Maestro.
¡Qué bueno es Jesucristo! Sus obras están llenas de misericordia, Él acoge y perdona, no juzga. ¡Cuánto necesitamos que Él guie nuestra vida! Jesús, es el Hijo de Dios, con su admirable humildad nos traza un camino de amor y justicia.
Cristo, no ha venido a juzgar a la humanidad pecadora; haciéndose hombre como nosotros conoce nuestra fragilidad y también la facilidad con que pecamos. Cristo es el rostro de Dios, que nos ama y lo apuesta todo por nuestro bien y salvación. Cristo, siempre está dispuesto para justificarnos ante el Padre, no porque esté de acuerdo en que pequemos, sino porque, el Corazón de Dios es santo y no le gusta destruir, sino prodigar perdón, lejos de querer la muerte del pecador busca su conversión, sus pensamientos rebasan nuestros pensamientos; lejos de perderlo o despreciarlo busca purificarlo y llenar de gozo su corazón contrito y humillado. El Evangelio nos enseña a perdonar, para implorar perdón hay que perdonar primero las ofensas del hermano. El cristiano para vencer el mal con el bien debe perdonar siempre, perdonar con amor como Cristo y como el Padre es misericordioso, compasivo, lento a la cólera…
La tarea primordial del cristiano es conocer a Dios: sus actitudes y sentimientos para poder configurarse con Él. Esta tarea diaria solamente se puede lograr a través de la escucha de la Palabra, Sacramentos y la oración. El Evangelio es portador de gracia e infunde un corazón nuevo. Cristo con su pasión, muerte y resurrección nos alcanzo la gracia del perdón de nuestros pecados, Él nos espera con los brazos abiertos no lo tratemos como un mendigo y reconciliémonos con Él. Examinemos nuestro corazón ¿nos reconocemos pecadores o somos acusadores? ¿Es tiempo de pedir perdón, ya recurrimos al Sacramento de la Confesión?
Mamita María, tu eres Madre de la Misericordia y del perdón, porque cuando con inmenso dolor acompañabas a tu Hijo Jesucristo en su Pasión y Muerte, y a los pies de la Cruz y en silencio de tu corazón ofrecías e implorabas perdón por todos los pecados de la humanidad, siempre unida a tu Hijo en el sacrificio, enséñanos a vivir en continua conversión y donación por los pecados del mundo entero.
Intención del Santo Papa para que las familias en dificultad reciban los apoyos necesarios y los niños puedan crecer en ambientes sanos y serenos.
Oremos por todas las necesidades de nuestra Iglesia en especial por: santo Papa Francisco, Papa Emérito Benedicto XVI, Arz. Alfonso Cortes Contreras, Arz. Emérito José Guadalupe Martin Rabago, Obispo Juan Pallares, por todos los Obispos y sacerdotes del mundo en especial por: P: Eduardo Contreras, P. Juan Rodríguez Alba, P. Mario García, P. Juan Manuel Fernández, P. Silverio Chávez Ayala, P. Rafael, P. Martin Tafolla, P. Jorge Claudio, P. Hugo Landeros, P. Arturo Pérez Márquez, P. Antonio Borja, P. Arturo Espinoza Rico, P. Jorge Avalos, P. Chuy Salazar, P. Carlos Muñoz F., P. Chuy Reyes, P. José López, P. Valentín Garibay, P. Joel Padrón González, P. Juan María Huerta Muro, P. Roberto Velázquez, P. Cástulo Zavala, P. Eduardo Córdova, Párroco Tomas M. Zielinski, P. Juan Desiderio Espinoza, P. Miguel Domínguez, P. Leo Patlán, P. Emmanuel Ayala, Arz. Ulises por todos los seminaristas en especial por Francisco Idalino Servin Medina, Diego Antonio Álvarez Ibarra, Alfredo Moreno, Miguel Ángel Arellano del Río, Víctor Hugo Arellano por todas las órdenes religiosas, vocaciones sacerdotales, Misioneros, Diáconos, todas las autoridades eclesiales, Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión, todos los Ministerios en especial Catequesis infantil, Familia, Comunidades, Epso Caritas, Evangelización, Liturgia, Música, Ministerio de Jóvenes, Pastoral de la Salud, Visitan la Cárcel, Niños de María y todos los Servidores de la Iglesia.
Celadores del Santísimo Sacramento y Guardias de Honor del Sagrado Corazón de Jesús.
Oremos por todos los enfermos del mundo en especial por: P. Juan Manuel Fernández, Evangelina Márquez, Lupita Ibarra (pies) Demetrio Vázquez, Víctor Manuel Ramírez Padilla, Daniel de la Rosa, Margarita Macías (cáncer) Natividad Moran Trejo (diabetes) Paola Teresa Garnica, los enfermos de Zika, influenza, enfermedades renales, del corazón, hígado, cáncer, todos los que necesitan trasplante de órgano y todos los que están hospitalizados.
Por todas las familias del mundo en especial por: García Loza, Montes de Oca Álvarez, Torres Quintero, Quintero Pulido, Álvarez Nuño, Rodríguez, Álvarez Andrade, Soto Aguiñaga, López Espinoza, López Rodríguez, Lozornio López.
Por la conversión de todos los pecadores.
Por todos los médicos, enfermeras, papas que han practicado el aborto, para que encuentren consuelo y el perdón en el amor de los dos Corazones de Jesús y de María.
Por todas las personas que viven en discordia.
Por todos los matrimonios que están a punto de divorciarse para que en la contemplación de la Sagrada Familia encuentren solución a todos sus conflictos.
Por la paz en todo el mundo.