Salmo 83 (84), 2-4.9-10. Martes 9 de Febrero de 2016.
“QUE AGRADABLE, SEÑOR, ES TU MORADA”.
Mi alma suspira y hasta languidece
por los atrios del Señor;
mi corazón y mi carne
gritan de alegría al Dios que vive.
Hasta el pajarillo encuentra casa,
y la alondra un nido, donde dejar sus polluelos:
cerca de tus altares, Señor Sabaot,
¡oh mi Rey y mi Dios!
Felices los que habitan en tu casa,
se quedarán allí para alabarte.
Mira, oh Dios, nuestro escudo,
contempla la cara de tu ungido.
Vale por mil un día en tus atrios,
y prefiero quedarme en el umbral,
delante de la casa de mi Dios
antes que compartir la casa del malvado.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal católico: Asamblea Eucarística. México.