MIÉRCOLES DE CENIZA
Envío de los Misioneros de la Misericordia en la Basílica de San Pedro, en Roma.
“MISERICORDIA, SEÑOR, HEMOS PECADO”.
Ten piedad de mí, oh Dios, en tu bondad,
por tu gran corazón, borra mi falta.
Que mi alma quede limpia de malicia,
purifícame de mi pecado.
Pues mi falta yo bien la conozco
y mi pecado está siempre ante mí;”
contra ti, contra ti sólo pequé,
lo que es malo a tus ojos yo lo hice.
Crea en mí, oh Dios, un corazón puro,
renueva en mi interior un firme espíritu.
No me rechaces lejos de tu rostro
ni me retires tu espíritu santo.
Dame tu salvación que regocija,
y que un espíritu noble me dé fuerza.
Señor, abre mis labios
y cantará mi boca tu alabanza.
Tú, Señor te compadeces de todos y no aborreces nada de lo que has creado, aparentas no ver los pecados de los hombres, para darles ocasión de arrepentirse, porque tú eres el Señor, nuestro Dios.
Concédenos, Señor, emprender este tiempo el combate cristiano con santos ayunos, para que en el momento de combatir contra las tentaciones, seamos fortalecidos con los auxilios de la penitencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y Reina en Unión con el Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.