“EL SEÑOR ES COMPASIVO Y MISERICORDIOSO”.
Bendice al Señor, alma mía, alabe todo mi ser su santo Nombre.
Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios.
El perdona todas tus ofensas y te cura de todas tus dolencias.
El rescata tu vida de la tumba, te corona de amor y de ternura.
si se querella, no es para siempre, si guarda rencor, es sólo por un rato.
No nos trata según nuestros pecados ni nos paga según nuestras ofensas.
Cuanto se alzan los cielos sobre la tierra tan alto es su amor con los que le temen.
Como el oriente está lejos del occidente así aleja de nosotros nuestras culpas.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México