La boda esperada con Cristo. Jn 2, 1-11.
Comentario al evangelio.
La Iglesia celebra en su eucaristía dominical un momento apasionante, en la sección de la santa palabra, el evangelista San Juan nos lleva a esa vivencia Cristo-céntrica que nos envuelve en esperanza y amor como hermanos. Un capítulo 2 que atrae como un imán y reflejan el vivo sentimiento de nuestras comunidades cristiana primitivas. Las bodas de Caná o las bodas de Cristo con la Iglesia. Para el comentario de este momento lo citamos todo en su contenido y posteriormente se harán los comentarios más pertinentes.
Tres Jn 2, 1 días después se celebraba una boda en Caná de Galilea; allí estaba la madre de Jesús.
Jn 2:2 También Jesús y sus discípulos estaban invitados a la boda.
Jn 2:3 Se acabó el vino, y la madre de Jesús le dice:
–No tienen vino.
Jn 2:4 Jesús le responde:
–¿Qué quieres de mí, mujer? Aún no ha llegado mi hora.
Jn 2:5 La madre dice a los que servían:
–Hagan lo que él les diga.
Jn 2:6 Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, con una capacidad de setenta a cien litros cada una.
Jn 2:7 Jesús les dice:
–Llenen de agua las tinajas.
Las llenaron hasta el borde.
Jn 2:8 Les dice:
–Ahora saquen un poco y llévenle al encargado del banquete para que lo pruebe.
Se lo llevaron.
Jn 2:9 Cuando el encargado del banquete probó el agua convertida en vino, sin saber de dónde procedía, aunque los servidores que habían sacado el agua lo sabían, se dirige al novio
Jn 2:10 y le dice:
–Todo el mundo sirve primero el mejor vino, y cuando los convidados están algo bebidos, saca el peor. Tú, en cambio has guardado hasta ahora el vino mejor.
Jn 2:11 En Caná de Galilea hizo Jesús esta primera señal, manifestó su gloria y creyeron en él los discípulos.
Aunque este texto bíblico parece a simple vista un pequeño relato, en lo que se refiere al aspecto teológico cautiva por su gran riqueza y que aparentemente al ubicarse en el capítulo 2 pareciera el inicio de todo, pero veremos su contenido en la semana inaugural que los estudiosos han asignado a la manifestación pública de Jesús.
San Juan impacta por su gran cantidad de recursos que utiliza para expresar la vida en Jesús y ahora nos dice que después de 3 días llega a Canaá de Galilea, hay un motivo importante: “una boda”, un pariente, un amigo que en su día, con fiesta invita a todos sus amigos y que sí le es posible durante siete días lo festejara por unirse con la mujer amada.
A Jacob en Padán Aram le festejaron la unión con Lía por 7 días (Raquel) por su tío Labán cf.
Gn 29, 27 Génesis
29:27 Cumple esta semana y te daré también a la otra por el servicio que me prestarás todavía otros siete años.”
Da click en el mismo verso para cerrar. , o la boda de Sansón
Jue 14,12 Jueces
14:12 Sansón les dijo: “Os voy a proponer una adivinanza. Si me dais la solución dentro de los siete días de la fiesta y acertáis, os daré treinta túnicas y treinta mudas.
Da click de nuevo en el versículo para cerrar. o en la boda de
Tobías 8, 20. Tobias
8:20 Hizo llamar a Tobías y le dijo: “Durante catorce días no te moverás de aquí; te quedarás conmigo comiendo y bebiendo y llenarás de gozo el corazón de mi hija por sus tristezas pasadas.
Da click en el mismo versículo paracerrar La tradición judía dedica 7 días de gran festejo por la boda.
Tres días.
Muchos se inquietan pensando qué quiere expresar el autor cuando dice después de tres días, unos lo relacionan con su resurrección (sepulcro signo de Jonás), otros lo relacionan para dar vida a los muertos (Lázaro), la celebración de la pascua en Ex. En su sentido más sencillo los autores ubican la expresión cronológica en la cantidad de días que tarda en desplazarse de un lado a otro recorriendo de 36 a 37 kms diarios. Algunos más dicen que después de tres días viene un hecho de importancia para dejar sus signos a los creyentes como aquel encuentro de Yahvé con los israelitas en el Sinaí cf.
Ex 19, 11 Éxodo
19:11 y estén preparados para el tercer día; porque el tercer día descenderá Yahvé sobre el monte Sinaí a la vista de todo el pueblo.
Da click en el mismo versículo para cerrar o aquellas palabras citas por el profeta Oseas 6, 2: Dentro de dos días nos dará la vida, al tercer día nos hará resurgir y viviremos en su presencia. Tomaremos el que se inclina por el encuentro con Natanael, o sea después de tres días donde Natanael lo reconoce como el hijo de Dios, llegan a Canaán cf.
Jn 1, 47-49. San Juan
1:47 Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: “Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.”
1:48 Le dice Natanael: “¿De qué me conoces?” Le respondió Jesús: “Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.”
1:49 Le respondió Natanael: “Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel.”
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La introducción ambiental.
Los versos 1 y 2 hablan de la boda donde la madre de Jesús ya se encuentra sirviendo o ayudando a organizar algunos aspectos y Jesús llega con sus discípulos recién llamados, que podemos decir del ambientazo que reina en un acontecimiento de esa magnitud, al menos que como suele suceder en bodas: los invitados del novio en un lado y los invitados de la novia en otro, marcando un sepulcro en lugar de festejo.
Aquí hay comida, vino y alegría. Podemos marcar que Jesús y María son los protagonistas, todo gira alrededor del evento pero ellos marcaran la pauta de la narración y todo gira en una mala noticia para el novio, que mi cuenta se da: “se terminó el vino”. El verso tres así lo cita en boca de la madre de Jesús como lo0 llama el evangelista o “mujer”. María que le comunica a su hijo: “No tienen vino”. A lo largo de los siglos, la virgen María ocupa un lugar especial en la vida de la Iglesia, sus intervenciones son fundamentales y su capacidad de reacción le conduce a expresarle a su hijo. Una deshonra sería para el novio el que se acabase el vino, como inicio de mal agüero en su matrimonio y María con su tacto da el banderazo oficial al ministerio de Jesús o en palabras de la palabra santa, la esperanza de Israel de probar el vino mesiánico de la salvación
El vino mesiánico.
El vino representa el amor del esposo con la esposa, signo de gozo, el regalo de Dios, de ahí que la falta de ese vino es la infidelidad del pueblo de Israel a Dios. El vino representa el fruto noble de la tierra.
A lo largo de la historia de la humanidad el vino mesiánico será siempre la invitación a que Jesús le despose como el novio que viene en un momento escatológico.
Mujer que hay entre tu y yo.
Son las palabras que Jesús le dirige en el diálogo a su madre, en la Iglesia católica en su ambiente popular este lenguaje parece rudo por parte de Jesús: “Qué te interesa a ti”, “deja que ellos lo arreglen”, “a nosotros quién nos mete en este problema”, sin embargo… en su discusión es la palabra que se utiliza en el lenguaje bíblico para los problemas o en sentido de llegar a un acuerdo, una especie de entender el comentario entre dos personas.
Aquí tenemos dos puntos que se tienen que poner de acuerdo, La madre de Jesús piensa en el vino como la alegría para la fiesta nupcial y Jesús piensa en sí ya es momento de iniciar el ministerio: Aún no ha llegado mi hora. Se podría decir que está a punto de hacer su primer milagro cuando María de dirige a los sirvientes y pone en manos de su hijo todo el problema: Hagan lo que él les diga.
Las tinajas de piedra.
Estas seis tinajas ha sido tema para muchísimos predicadores, la ablución de los judíos que nunca debe de faltar para empezar a celebrar una fiesta, una comida, tanto en manos como en pies para el invitado, las copas, los platos, el estudio en la sinagoga. Contiene el rito de purificación como aquel momento en el Sinaí donde se han purificado los israelitas para la gran manifestación en Dios cf.
Ex 19, 10. Éxodo
19:10 Yahvé dijo a Moisés: “Ve al pueblo y que se purifiquen hoy y mañana; que laven sus vestidos
Da click en el mismo versículo para cerrar Unos dicen que es la cara dura e inflexible de la Toráh. Como líquido preciado en un país tan árido como Palestina recordando las penas en el desierto, pero en el aspecto teológico el número 6 representa la imperfección y como consecuencia el 7 la perfección ritual, la purificación de la ley.
En lo espiritual se enseña que Jesús siempre va invitar al hombre a participar de su gran amor y los discípulos y apóstoles de Jesús son aquellos que sirven la causa de expandir el reino de Dios y los servidores lo llenaron hasta arriba cumpliéndose aquello: Yo he venido para dar vida en abundancia” cf.
10, 10. San Juan
10:10 El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.
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El gran milagro.
La orden de Jesús a los sirvientes: Ahora saquen un poco y llévenle al encargado del banquete para que lo pruebe. El milagro se ha consumado sin más detalles que las palabras de Jesús. La profundidad del milagro se podría resumir desde el inicio: “Para que creyeran sus discípulos”, sin embargo, el vino del milagro representa también la calidad del amor de Dios, un vino nuevo que requiere odres nuevos y en este caso requiere una novia para una vida nueva.
El maestre sala es el catador, ¿un encargo del banquete?, pero ¿por qué no se dio cuenta de que faltó el vino o ¿es el padrino?, pero… ¿cuál es la capacidad que se requiere para penetrar “este signo”.
El vino es de origen divino que requiere entender que son los sabores de la revelación y salvación en Cristo. El buen vino ahora se puede decir sin error es el evangelio que espera de aquel que quiera probar sus mieles; de aquel que quiera sumergirse en los torrentes de la sabiduría y revelación de Dios hasta que el esposo llegue para tomar a la esposa: Todo el mundo sirve primero el mejor vino, y cuando los convidados están algo bebidos, saca el peor. Tú, en cambio has guardado hasta ahora el vino mejor.
Los parámetros de Dios son distintos, mientras que el hombre tiende a “chafear”, a bajar su rendimiento, a cansarse, a confundirse o desorientarse, Jesús deja todo lo mejor para el encuentro con la esposa.
Conclusión.
Hoy cerramos con el versículo 11: En Caná de Galilea hizo Jesús esta primera señal, manifestó su gloria y creyeron en él los discípulos. Hoy con el anuncio de la buena nueva que la Iglesia anuncia a al pueblo se gesta la oportunidad de embriagarse de Jesús, realidad que hoy a flor de piel se percibe esa ausencia del vino de Jesús, sustituido por vinos que embriagan, dejando la cultura de la muerte, destrucción, enajenación, consumo, despersonalización, vinos dañinos que pulverizan la salud y distractores del extravío del camino hacía la boda con Jesús. La Iglesia en su sentido escatológico espera a Jesús. Imagine a un joven matrimonio que se ha esposa con Jesús, su vida matrimonial superará las expectativas del común denominador de los jóvenes matrimonios.
La mesa se sirve para todo aquel que quiera primeramente disfrutar del banquete, en segundo lugar de los sabores del vino mesiánico en la salvación y por último la unión perfecta con el novio, quizá sea la oportunidad de volverá creer en el sacramento del matrimonio celestial y dejarse llenar del vino que ofrece como “don” el novio.
La boda es la esperada por la Iglesia, el novio está bien identificado, falta la perfecta fermentación del vino mesiánico en muchos hogares, más el llamado es para todos sin excluir, al menos, que se niegue a esposarse con el novio lo cual es libre, por eso el profeta Isaías 62, 4-5 anuncia: Porque Yahvé se complacerá en ti, y tu tierra será desposada.
Porque como se casa joven con doncella, se casará contigo tu edificador, y con gozo de esposo por su novia se gozará por ti tu Dios.