LA SAGRADA FAMILIA DE JESÚS, MARÍA Y JOSÉ.
“SAMUEL QUEDARÁ CONSAGRADO DE POR VIDA AL SEÑOR”.
En aquellos días; Ana dio a luz un niño, al que puso el nombre de Samuel, porque decía: “Se lo pedí a Yavé”.
Elcana, su marido, subió con toda su familia para ofrecer a Yavé el sacrificio como lo hacía cada año y cumplir su promesa.
Ana no subió sino que dijo a su marido: “Cuando el niño deje de mamar, lo llevaré yo misma donde Yavé y se quedará allí para siempre”.
Después que le hubo quitado el pecho, lo hizo subir junto con ella a la casa de Yavé en Silo; llevaba también un toro de tres años, una medida de harina y un cuero de vino. El niño era aún muy pequeño.
Sacrificaron el toro y llevaron el niño a Helí.
Ana le dijo: “Perdona, señor, tan cierto como que tú vives, señor, que yo soy la mujer que estuvo cerca de ti orándole a Yavé.
Yo rezaba por este niño y Yavé me concedió lo que le pedía.
Yo ahora se lo cedo a Yavé para el resto de sus días; él será donado a Yavé”. Así fue como se quedó al servicio de Yavé.
PALABRA DE DIOS.- TE ALABAMOS, SEÑOR.
LA SAGRADA FAMILIA DE JESÚS, MARÍA Y JOSÉ.
Llegaron los pastores a toda prisa y encontraron a María y a José, y al niño recostado en un pesebre. Se dice Gloria
Señor Dios, que te dignaste dejarnos el más perfecto ejemplo en la Sagrada Familia de tu Hijo, concédenos benignamente que, imitando sus virtudes domésticas y los lazos de caridad que la unió, podamos gozar de la eterna recompensa en la alegría de tu casa. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina, en la unión del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México