Del libro de la Sabiduría 13,1-9. Viernes 13 de Noviembre de 2015.
“SI PUDIÉRAMOS INVESTIGAR EL UNIVERSO, ¿CÓMO NO DESCUBRIERON A SU CREADOR?”.
La incapacidad natural del hombre se revela en su ignorancia de Dios. Todo lo que admiran por su valor no los llevó a conocer al Que Es. ¡Se quedaron con las obras y no reconocieron al Artesano!
Consideraron como dioses que gobiernan el mundo tanto al fuego como al viento, a la brisa, al firmamento estrellado, al agua impetuosa o a las luminarias del cielo.
Fascinados por tanta belleza, los consideraron como dioses, pero entonces, ¿no debieron haber sabido que su soberano es todavía más grande? Porque sólo son criaturas del que hace que aparezca toda esa belleza.
Si estaban impresionados por su fuerza y su actividad, debieron haber comprendido que su Creador es más poderoso aún.
Porque la grandeza y la belleza de las criaturas dan alguna idea del Que les dio el ser.
Pero, quizás no haya que criticar tanto a esa gente: tal vez se extraviaron cuando buscaban a Dios y querían encontrarlo.
Reflexionaban sobre las criaturas que los rodeaban, y lo que veían era tan hermoso que se quedaron con lo exterior.
Pero ni aun así están libres de culpa:
si fueron capaces de escudriñar el universo, ¿cómo no descubrieron en primer lugar al que es su Dueño?
PALABRA DE DIOS.- TE ALABAMOS, SEÑOR.
Con tu sangre compraste para Dios hombres de todas las razas y lenguas, de todos los pueblos y naciones, para constituir un reino para Dios.
Señor Dios, que redimiste a todos los hombres con la preciosa Sangre de tu Unigénito, conserva en nosotros la obra de tu misericordia, para que, celebrando sin cesar el misterio de nuestra salvación, merezcamos alcanzar sus frutos. Por nuestro Señor Jesucristo, , tu Hijo, que reina contigo en el cielo, en unidad con el Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos, de los siglos. Amén
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México