Billete celador –Un Mensaje para Ti Guardia de Honor-
El óbolo de la viuda…
Parroquia de San Pío X
Jesús se sentó frente al arca del Tesoro y miraba cómo echaba la gente monedas en el arca del Tesoro: muchos ricos echaban mucho. Llegó también una viuda pobre y echó dos moneditas, o sea, una cuarta parte del as. Entonces, llamando a sus discípulos, les dijo: “Os digo de verdad que esta viuda pobre ha echado más que todos los que echan en el arca del Tesoro. Pues todos han echado lo que les sobraba, ésta, en cambio, ha echado de lo que necesitaba todo cuanto poseía, todo lo que tenia para vivir.”
Marcos 12, 41-44
San Cirilo: la limosna que hace para el culto la viuda pobre es más grata a Dios que la que hacían los ricos, porque ellos daban lo que sobraba –no daban cuanto tenían obligación de dar- y la viuda da lo poco que tiene, que es vital para ella. La viuda ofrecía los dos óbolos que había adquirido con sudores para el sustento diario, y cuanto había conseguido de limosna, volcaba en el tesoro de Dios mostrándole así su pobreza fecunda. La avaricia vuelve en miseria hasta las riquezas; la piedad hace rica y fructuosa la pobreza.
Que nuestras limosnas sean siempre hechas con amor a Dios.
Los pobres y los que sufren son a menudo olvidados en una sociedad egoísta, poco preocupan el indigente, el afligido… ellos ocupan el último lugar en una sociedad de consumo. La evidencia nos dice que hay muchos pobres víctima de abusos e injusticias. El pobre no solo es una condición económica y social, sino también puede ser una disposición interior, una actitud del alma. Lejos de considerar la pobreza como un ideal espiritual, se ve más bien como un mal menor que hay que soportar y hasta cierto punto despreciable.
Al comenzar Jesús su sermón con la Bienaventuranza de los pobres, quiere hacer que se reconozca en ellos a los privilegiados del Reino, el mismo Jesús, es el Mesías de los pobres y además él es también pobre. Jesucristo pide a los suyos el desasimiento interior respecto a los bienes temporales: ya sea que los posean o ya estén desprovistos de ellos, a fin de ser capaces de desear y de recibir las verdaderas riquezas. Para ser discípulo de Jesús es necesario renunciar a las posesiones materiales, tener conciencia de su miseria personal, y sentirse necesitado del auxilio divino. Quien quiera seguir más de cerca a Jesús debe abrazar la pobreza. Esta pobreza material es buena cuando es inspirada por la confianza filial en Dios, por el deseo de seguir a Jesús y por la generosidad para con nuestros hermanos.
“Si alguien… ve a su hermano en necesidad y le cierra las entrañas ¿cómo morara en él el amor de Dios? 1Jn 3,17
Hoy es una pena ver como en los diferentes ámbitos de nuestra sociedad y de nuestro mundo: familia, escuelas, política… hemos sido tan miserables, tan raquíticos para dar y poner lo que a cada uno corresponde, no se culpe a nadie todo lo que sucede ahora: guerras, odios, divisiones, contaminación…es consecuencia del egoísmo que se ha arraigado y ha morado en el corazón del hombre. Es el momento de dar lo mejor de nosotros, Dios Padre nos dio a su Hijo y Cristo el Hijo único de Dios, tampoco titubeo al darlo todo, hasta la vida por la salvación del hombre, a nosotros no se nos pide mucho: has las cosas con amor, lo mejor que puedas, perdona… la viuda dio todo lo que tenia, dos moneditas. Quien ha decidido seguir a Cristo, abrazado a la Cruz se mantiene fiel en el sufrimiento y en oración. Pues son los pobres de espíritu objeto de su amor Benévolo y constituyen la primicia del pueblo humilde y modesto.
“liberalidad de nuestro Señor Jesucristo”: “siendo rico, se hizo pobre por nosotros a fin de enriquecernos con su pobreza”.
Supliquemos por la unidad en la Iglesia.
Oremos por todas las necesidades de nuestra Iglesia en especial por: santo Papa Francisco, Papa Emérito Benedicto XVI, Arz. Alfonso Cortes Contreras, Arz. Emérito José Guadalupe Martin Rabago, Obispo Juan Pallares, por todos los Obispos y sacerdotes del mundo en especial por: P: Eduardo Contreras, P. Juan Rodríguez Alba, P. Mario García, P. Juan Manuel Fernández, P. Silverio Chávez Ayala, P. Rafael, P. Martin Tafolla, P. Jorge Claudio, P. Hugo Landeros, P. Arturo Pérez Márquez, P. Antonio Borja, P. Arturo Espinoza Rico, P. Jorge Avalos, P. Chuy Salazar, P. Carlos Muñoz F., P. Chuy Reyes, P. José López, P. Valentín Garibay, P. Joel Padrón González, P. Juan María Huerta Muro, P. Roberto Velázquez, P. Cástulo Zavala, P. Eduardo Córdova, Párroco Tomas M. Zielinski, P. Juan Desiderio Espinoza, P. Miguel Domínguez, P. Leo Patlán, P. Emmanuel Ayala, Arz. Ulises por todos los seminaristas en especial por Francisco Idalino Servin Medina, Diego Antonio Álvarez Ibarra, Alfredo Moreno, Miguel Ángel Arellano del Río, por todas las órdenes religiosas, vocaciones sacerdotales, Misioneros, Diáconos, todas las autoridades eclesiales, Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión, todos los Ministerios en especial Catequesis infantil, Familia, Comunidades, Epso Caritas, Evangelización, Liturgia, Música, Ministerio de Jóvenes, Pastoral de la Salud, Visitan la Cárcel, Niños de María y todos los Servidores de la Iglesia.
Por todas las necesidades de los Celadores del Santísimo Sacramento y Guardias de Honor del Sagrado Corazón de Jesús.
Oremos por todos los enfermos del mundo en especial por: P. Juan Manuel Fernández, P. Chuchin, Mary, Rita Pro, María Elena Villalpando (grave) Irma Prado, Sr. Refugio Romo, Diego Zamora Alférez, Natalia Medina (tumores en cabeza) Rosario Frausto (cáncer mama) niño Ramoncito, David Chávez Hernández, Lupita Rodríguez, Antonio Moscoso, Jorge Chávez Hernández, Elisa Ornelas, Rosalía, María de Jesús Rico. Por todos los que están hospitalizados y sus familias.
Supliquemos por la paz en todo el Mundo.
Por las necesidades de todos nuestros hermanos de Siria.
Por todos nuestros hermanos que sufren hambre y muchas necesidades en todo el mundo y para que nuestro Padre Santísimo nos haga hijos dignos de su amor.
Por todos nuestros fieles difuntos y todas las Almas del Purgatorio.
