MISA POR EL SANTÍSIMO NOMBRE DE MARÍA
“EL QUE SE ENGRANDECE A SÍ MISMO, SERÁ HUMILLADO; Y EL QUE SE HUMILLA, SERÁ ENGRANDECIDO”.
En aquel tiempo: Un sábado Jesús fue a comer a la casa de uno de los fariseos más importantes, y ellos lo observaban.
Jesús notó que los invitados trataban de ocupar los puestos de honor, por lo que les dio esta lección:
Cuando alguien te invite a un banquete de bodas, no escojas el mejor lugar. Puede ocurrir que haya sido invitado otro más importante que tú,
y el que los invitó a los dos venga y te diga: Deja tu lugar a esta persona. Y con gran vergüenza tendrás que ir a ocupar el último lugar.
Al contrario, cuando te inviten, ponte en el último lugar y así, cuando llegue el que te invitó, te dirá: Amigo, ven más arriba. Esto será un gran honor para ti ante los demás invitados.
Porque el que se ensalza será humillado y el que se humilla será ensalzado.
PALABRA DEL SEÑOR.-GLORIA A TÍ, SEÑOR JESÚS.
María, el Altísimo te ha bendecido más que a todas las mujeres de la tierra, y ha glorificado tu nombre de tal modo, que tu alabanza siempre está en labios de todos.
Señor Dios, que elegiste entre todas las mujeres a santa María Virgen, llena de tu gracia, para que fuera la Madre de tu Hijo, nuestro Redentor, concede a quienes veneramos su santo nombre, que evitemos los peligros del tiempo presente y consigamos con ella la vida eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México