MISA POR LOS CAUTIVOS
“¿NO ERA BUENO DESATAR A ESTA HIJA DE ABRAHAM DE ESA ATADURA, AUN EN DÍA DE SÁBADO?”.
Un sábado Jesús estaba enseñando en una sinagoga.
Había allí una mujer que desde hacía dieciocho años estaba poseída por un espíritu que la tenía enferma, y estaba tan encorvada que no podía enderezarse de ninguna manera.
Jesús la vio y la llamó. Luego le dijo: “Mujer, quedas libre de tu mal”.
Y le impuso las manos. Al instante se enderezó y se puso a alabar a Dios.
Pero el presidente de la sinagoga se enojó porque Jesús había hecho esta curación en día sábado, y dijo a la gente: “Hay seis días en los que se puede trabajar; vengan, pues, en esos días para que los sanen, pero no en día sábado.
El Señor le replicó: “¡Ustedes son unos falsos! ¿Acaso no desatan del pesebre a su buey o a su burro en día sábado para llevarlo a la fuente?”
Esta es hija de Abrahán, y Satanás la mantenía atada desde hace dieciocho años; ¿no se la debía desatar precisamente en día sábado?”
Mientras Jesús hablaba, sus adversarios se sentían avergonzados; en cambio la gente se alegraba por las muchas maravillas que le veían hacer.
PALABRA DEL SEÑOR.- GLORIA A TÍ, SEÑOR, JESÚS.
Oración por los Cautivos: Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia. Que llegue hasta ti mi súplica, presta oído a mi clamor.
Señor Dios, cuyo Hijo se dignó tomar la condición de siervo para redimir al género humano de la esclavitud del pecado, concede a tus siervos que se hallan en la cautividad obtener aquella libertad con la que quisiste que todos los hombres se beneficien por ser hijos tuyos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México