Misa por la Iglesia Universal
“¿PARA QUIÉN SERÁN TODOS TUS BIENES?.
En aquel tiempo: Uno de entre la gente pidió a Jesús: “Maestro, dile a mi hermano que me dé mi parte de la herencia.
Le contestó: “Amigo, ¿quién me ha nombrado juez o partidor de herencias?”
Después dijo a la gente: “Eviten con gran cuidado toda clase de codicia, porque aunque uno lo tenga todo, no son sus posesiones las que le dan vida.
A continuación les propuso este ejemplo: “Había un hombre rico, al que sus campos le habían producido mucho.
Pensaba: ¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mis cosechas.
Y se dijo: Haré lo siguiente: echaré abajo mis graneros y construiré otros más grandes; allí amontonaré todo mi trigo, todas mis reservas.
Entonces yo conmigo hablaré: Alma mía, tienes aquí muchas cosas guardadas para muchos años; descansa, come, bebe, pásalo bien.
Pero Dios le dijo: “¡Pobre loco! Esta misma noche te van a reclamar tu alma. ¿Quién se quedará con lo que has preparado?”
Esto vale para toda persona que amontona para sí misma, en vez de acumular para Dios.
PALABRA DEL SEÑOR.- GLORIA A TÍ, SEÑOR, JESÚS.
Dios nos ha dado a conocer el misterio de su voluntad: hacer que todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, tuvieran a Cristo por cabeza.
Señor Dios, que en tu admirable providencia dispusiste que el Reino de Cristo se extendiera por todo el mundo y que todos los hombres fueran hechos partícipes de la redención salvadora, concédele a tu Iglesia ser sacramento universal de salvación, y que a todos los hombres les sea anunciado tu Hijo como el Salvador de los pueblos y la esperanza de las naciones. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu santo y es dios por los siglos de los siglos
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México