“YA VIENE EL DÍA, ARDIENTE COMO UN HORNO”
Ustedes se expresan de mí muy duramente, dice Yavé, a pesar de que tratan de excusarse de que nada malo han dicho de mí.
Pues ustedes dicen que es tontería servir a Dios y que nada se gana con observar sus mandamientos o con llevar una vida austera en su presencia.
Por eso, ahora, ustedes llaman felices a los que no tienen religión, pues los que actúan mal tienen éxito en todo, e incluso si provocan a Dios, no les pasa nada.
Así hablaban entre sí los que respetan a Yavé. Yavé, que estaba escuchando, lo supo, y mandó en seguida que en un libro se anotaran los nombres de aquellos que lo respetaban y reverenciaban su Nombre.
Ellos serán mis preferidos, dice Yavé de los ejércitos, el día en que yo actúe. Y los premiaré como hace un padre con su hijo obediente.
Entonces ustedes verán cómo se trata al bueno y al malo, al que sirve a Dios y al que no lo sirve.
Porque ya llega el día, ardiente como un horno. Todos los orgullosos y los que hacen el mal serán quemados como paja por el fuego de ese día. No quedarán de ellos ni ramas ni raíces.
Pero, en cambio, para ustedes que respetan mi Nombre, brillará el sol de justicia, que traerá en sus rayos la salud; ustedes saldrán saltando como terneros cebados.
PALABRA DE DIOS.- TE ALABAMOS, SEÑOR.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México