FERIA DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
“TÚ, EN CAMBIO, COMO SIERVO DE DIOS, LLEVA UNA VIDA DE RECTITUD”.
Los que tienen amos cristianos no deben perderles el respeto bajo el pretexto de que son hermanos; al contrario, sírvanlos mejor, ya que los que reciben sus servicios son creyentes y hermanos queridos.
Si alguno enseña en otra forma y no se atiene a las palabras auténticas, que son las de Cristo Jesús, nuestro Señor, y a la enseñanza que honra a Dios,
es un ciego que no entiende nada. Ese padece la enfermedad de las discusiones y cuestiones inútiles, de donde proceden envidias, discordias, insultos, desconfianzas
y discusiones propias de los que tienen la mente pervertida. Están tan alejados de la verdad que para ellos la religión es un puro negocio.
Es verdad que la religión es un buen negocio, pero en otro sentido, si gracias a ella nos conformamos con lo que tenemos.
Pues al llegar al mundo no trajimos nada, y al dejarlo tampoco nos llevaremos nada.
Conformémonos entonces con tener alimento y ropa.
Los que quieren ser ricos caen en tentaciones y trampas; un montón de ambiciones locas y dañinas los hunden en la ruina hasta perderlos.
Debes saber que la raíz de todos los males es el amor al dinero. Algunos, arrastrados por él, se extraviaron lejos de la fe y se han torturado a sí mismos con un sinnúmero de tormentos.
Pero tú, hombre de Dios, huye de todo eso. Procura ser religioso y justo. Vive con fe y amor, constancia y bondad.
Pelea el buen combate de la fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado y por la que hiciste tu hermosa declaración de fe en presencia de numerosos testigos.
PALABRA DE DIOS.- TE ALABAMOS, SEÑOR.
ORACIÓN.-Con tu sangre compraste para Dios hombres de todas las razas y lenguas, de todos los pueblos y naciones, para constituir un reino para Dios.
Señor Dios, que redimiste a todos los hombres con la preciosa Sangre de tu Unigénito, conserva en nosotros la obra de tu misericordia, para que, celebrando sin cesar el misterio de nuestra salvación, merezcamos alcanzar sus frutos. Por nuestro Señor Jesucristo.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal católico: Asamblea Eucarística. México