Amigos del Sagrado Corazón
San Francisco de Sales
Obispo y doctor de la Iglesia
(1567-1622)
Protector de la hora de Presencia de 5 a 6
Se festeja el 24 de Enero
En el Evangelio, hay una página que San Francisco de Sales debió leer y meditar a menudo… es aquella en que se ve a Jesús sentado, rodeado por sus discípulos y diciéndoles en un todo de confidencia “Aprendan de mi que soy manso y humilde de Corazón”
Lo ha dicho todo. Ha desvelado lo que constituye la esencia de su ser, lo que lo define, lo que Él quisiera que fuésemos nosotros.
Recibió la inspiración de fundar una orden en la Iglesia para honrar al adorable Corazón de Jesús y las dos virtudes que Él más quiere, la mansedumbre y la humildad que son el fundamento de las reglas y constituciones de la Orden de la Visitación.
Con este acontecimiento Dios iba preparando la cuna en la que iba a nacer años más tarde con Santa Margarita María, la devoción al Sagrado Corazón, que iba a conquistar y a renovar el mundo.
En los escritos de San Francisco de Sales abundan los textos en los que habla del Sagrado Corazón. Tanto en sus cartas y homilías, como en el Tratado del Amor de Dios, la introducción a la vida devota y en las conversaciones espirituales. Por ejemplo nos dice:
“A Jesús no le agradan sólo las grandes obras de las personas devotas, sino también las más pequeñas y bajas; para servirle como le gusta, hay que cuidarse mucho de servirle bien en las cosas grandes como en las pequeñas y despreciables ya que podemos de igual modo tanto con unas como con otras, robarle el Corazón de amor.”
Y para arrebatar este Corazón, para “Robárselo” según la bonita expresión que emplea, no son necesarias unas virtudes grandes, fuera de lo común. Basta con aceptar todo lo que ocurre durante el día, agradable o no, pequeño o grande, con un amor siempre alerta, y con esto bosqueja la espiritualidad de la Guardia de Honor.