La Fiesta de la Asunción de María es una invitación a tener confianza en Dios y también una invitación a imitar a María en lo que ella misma dijo: “¡He aquí la esclava del Señor!, me pongo a disposición del Señor”. Ésta es la lección: seguir su camino; darnuestra vida, y no tomar la vida. Precisamente así estamos en el camino del amor, que consiste en perderse, pero en realidad este perderse es el único camino para encontrarse verdaderamente, para encontrar la verdadera vida. Contemplemos a María elevada al cielo. Renovemos nuestra fe y celebremos la fiesta de la alegría: Dios vence. La fe aparentemente débil es la verdadera fuerza del mundo. El amor es más fuerte que el odio. Y digamos con Isabel: “Bendita tú eres entre todas las mujeres”.Te invocamos con toda la Iglesia: Santa María, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.