1a lect del libro del Apocalipsis del Apóstol San Juan 11,19;12,1-6.10. Sábado 15 de Agosto de 2015.
SOLEMNIDAD DE LA ASUNCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA.- MISA DEL DÍA
“UNA MUJER ENVUELTA POR EL SOL, CON LA LUNA BAJO SUS PIES”
Entonces se abrió el Santuario de Dios en el Cielo y pudo verse el arca de la Alianza de Dios dentro del Santuario. Se produjeron relámpagos, fragor y truenos, un terremoto y una fuerte granizada.
Apareció en el cielo una señal grandiosa: una mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.
Está embarazada y grita de dolor, porque le ha llegado la hora de dar a luz.
Apareció también otra señal: un enorme dragón rojo con siete cabezas y diez cuernos, y en las cabezas siete coronas;”
con su cola barre la tercera parte de las estrellas del cielo, precipitándolas sobre la tierra.
El dragón se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz para devorar a su hijo en cuanto naciera.
Y la mujer dio a luz un hijo varón, que ha de gobernar a todas las naciones con vara de hierro; pero su hijo fue arrebatado y llevado ante Dios y su trono,
mientras la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar que Dios le ha preparado. Allí la alimentarán durante mil doscientos sesenta días.
Oí entonces una fuerte voz en el cielo que decía:
Por fin ha llegado la salvación,
el poder y el reinado de nuestro Dios,
y la soberanía de su Ungido.
LA ASUNCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARIA: De ti se han dicho maravillas, María, que hoy has sido exaltada sobre los coros de los ángeles y triunfas con Cristo para siempre.
Dios nuestro, que al ver la humildad de la santísima Virgen María le concediste la gracia de que tu Unigénito naciera de ella según la carne, y en este día la coronaste de gloria incomparable, concede a quienes hemos sido salvados gracias al misterio de tu redención, que merezcamos, por sus ruegos, ser glorificados por ti. Por nuestro Señor Jesucristo…
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México
PALABRA DE DIOS.- TE ALABAMOS, SEÑOR