“NUESTRA AYUDA ES INVOCAR AL SEÑOR”.
De no estar el Señor en favor nuestro,
que lo diga Israel,
de no estar el Señor en favor nuestro,
cuando el mundo se lanzó contra nosotros,
nos habrían devorado vivos
en el fuego de su cólera.
Entonces las aguas nos habrían arrollado
y el torrente pasado por encima,
entonces habrían pasado sobre nuestra alma
las aguas impetuosas.
Bendito sea el Señor que no nos dio
por presa de sus dientes.
Nuestra alma como pájaro escapó
de la red que puso el cazador.
La malla se rompió
y nosotros escapamos.
Nuestro auxilio está en el Nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México