La misa dedicada a los enfermos, prioridad de Jesús.
En la vida ministerial de Jesús todo fue importante y como signo de su mesianismo, de su amor, de su salvación, colocó por delante la salvación de los hombres, el anuncio de la buena nueva, la invitación a su reino, la conversión al Padre, pero, como parte central estuvieron siempre de manifiesto el atender las dolencias y enfermedades de su pueblo: Mt 4, 23 Jesús recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del reino y sanando entre el pueblo toda clase de enfermedades y dolencias.
La iglesia como tarea fundamental ofrece cada inicio de mes misa en honor a la providencia de Dios y desde luego ofrece misa por los enfermos, los cuales nunca abandona en su providencia, de manera especial se realiza esta misa, el aceite, la bendición y los sacramentales son signos de esa ternura que refleja la iglesia recordando a Jesús amoroso: Mc 1:31 Él se acercó, la tomó de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Mc 5:41 Tomando a la niña de la mano, le dijo: Talitha qum –que significa: Chiquilla, te lo digo a ti, ¡levántate!
Dios conoce la naturaleza de nuestro cuerpo, el pecado hirió gravemente aquella naturaleza que con grandes dones de Dios, la había hecho magistralmente, pero enfermo a causa de aparecer el pecado en la vida del hombre. Ahora son cuerpos limitados, cuerpos que envejecen, cuerpos que enferman y si se une la desnutrición espiritual, pues, se expone más a caer enfermo: Mc 1:26 El espíritu inmundo lo sacudió, dio un fuerte grito y salió de él.
Para Jesús es importante que el cuerpo este sano, un cuerpo sano trabaja adecuadamente, vive con mayor intensidad, ama más grandemente, desarrolla habilidades dadas por Dios, ve la vida distintamente, muy probablemente sea más feliz. La iglesia en la misa de sanación unge al enfermo con los sacramentales, oran por su alma para que reine el espíritu en ellos, invita a confesión para sanar como Jesús nos ha enseñado: Mc 2:9 ¿Qué es más fácil? ¿Decir al paralítico que se le perdonan sus pecados o decirle que cargue con su camilla y comience a caminar?
¿Cuidados del cuerpo?
Es triste reconocer que cuando el cuerpo está sano, este se excede, el hombre le brinda todo tipo de cuidado cuando ama con vehemencia su cuerpo, no quiere que se haga viejo, hace ejercicio para verlo en forma, lo viste con ropa muy ajustada, explota el cuerpo como signo de atracción, lo alimenta con exceso o lo limita, lo trasnocha o lo consciente mucho durmiendo hasta doce horas. Sano el cuerpo se siente el rey e incluso compone canciones que en sus estribillos dice: “hay que darle gusto al cuerpo”, “unamos nuestros cuerpos toda la noche”, “bien bien buena, tú ves bien buena”. ¿Sabe que mucha gente sufre porque no está a gusto con su cuerpo?, sí, lo sabe, de ahí que las cirugías abundan, los productores de publicidad han sabido explotar el cuerpo para vender y por consiguiente los modelos que utilizan también son modelos para los hombres, cuerpos perfectos.
Por el cuidado del cuerpo la industria de los cosméticos y belleza obtiene grandes dividendos, las instituciones médicas dedicadas a la cirugía del cuerpo gana millones, hay países que más de un 50% de sus habitantes se ha hecho reconstruir alguna parte de su cuerpo, los excesos han causado mucho daño en el organismo, cirrosis, tabaquismo, ulceras, gastritis, colon, etc.
Poca atención a la misa de enfermos.
En la misa de enfermos acude gente adulta, niños, jóvenes, ancianos, de cualquier extracto social, con pequeñas y grandes enfermedades, cáncer, sida y más, pero no acuden muchos por su incredulidad, no creen que Jesús les sane, les haga un milagro: Mc 6:5 Y no pudo hacer allí ningún milagro, fuera de sanar a unos pocos enfermos a quienes impuso las manos. Se entregan al médico, al curandero, al brujo, aun hombre que dizque sana, pero Dios… ¡callemos!
Jesús dejó bien claro en asistir a los enfermos y como su mandato, la iglesia impone manos a los enfermos: Mc 16, 17 pondrán las manos sobre los enfermos y se sanarán. Educar a nuestros hijos en pedir los auxilios de la santa iglesia es una acción que Dios favorece, el sacramento de la penitencia, unción de los enfermos no deben de ser olvidados, pedir la sanación menos: Mt 8:2-3 Un leproso se le acercó, se postró ante él y le dijo: –Señor, si quieres, puedes sanarme. Él extendió la mano y le tocó diciendo: –Lo quiero, queda sano. Y en ese instante se sanó de la lepra. Hoy Jesús sigue preguntando: Jn 5:6 Jesús lo vio acostado y, sabiendo que llevaba así mucho tiempo, le dice:
–¿Quieres sanarte?
En la misa cabe recordar que se celebra el gran misterio pascual, la derrama de bendiciones y sanación es latente, se necesita tener fe y acudir a la santa celebración con Jesús el cual le importa su persona y su salud es prioridad.
Conclusiones:
Hoy en día, debemos de confiar en nuestra iglesia, en la palabra de Dios, en el amor y asistencia de Jesús, en su enseñanza, en su sanación, interior y exterior, corporal, espiritual y que siempre estará con nosotros: Mt 28:20 y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Yo estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo. Sí hay este tipo de asistencia gratuita que solo es necesario acudir, lo mínimo es asistir e invitar a todo aquel que necesite de Dios. Basta invertir un poco de tiempo. Sí le preocupa su cuerpo, su alma y su bien pues haga la prueba y verá que bueno es Dios. Su salud es prioridad de Jesús. Por lo que respecta a la iglesia, bendito sea el momento de que ofrecen mes a mes la misa para nuestros enfermitos.
me gustaria recibir en mi corrreo las lecturas del dia.
gracias Dios les bendiga