MISA POR LAS VOCACIONES A LAS ÓRDENES SAGRADAS
“ESTE PUEBLO HA COMETIDO UN GRAVÍSIMO PECADO AL HACERSE UN dios DE ORO”.
Al bajar de vuelta del cerro, Moisés traía las dos tablas de las Declaraciones divinas en que las leyes estaban escritas y grabadas por ambos lados.
Las tablas eran obra de Dios, como también la escritura era la escritura de Dios, grabada sobre ellas.
Josué estaba con Moisés, y al oír el griterío del pueblo dijo: “¡Hay gritos de guerra en el campamento!”
Moisés le contestó: “No son gritos de victoria, ni lamentos de derrota; lo que oigo son cantos a coros.
Al acercarse Moisés al campamento, vio el ternero y las danzas. Se llenó de furor y arrojó las tablas, que se hicieron pedazos al pie del cerro.
Después tomó el ternero que habían fabricado, lo quemó y lo machacó hasta reducirlo a polvo. Y dio de beber al pueblo agua con este polvo mezclado.
Moisés dijo a Aarón: “¿Qué te hizo ese pueblo para que lo hayas arrastrado a un pecado tan grave?”
Aarón le contestó: “¡No te enojes conmigo, mi señor! Tú mismo sabes que este pueblo es inclinado al mal.
Ellos me dijeron: No sabemos lo que ha pasado con Moisés, el que nos ha sacado de Egipto, así que fabrícanos dioses que nos lleven adelante.
Yo les dije: ¿Quiénes son los de ustedes que tienen oro? Ellos se lo sacaron al instante de sus orejas y me lo dieron; yo lo fundí y salió este ternero.
Al día siguiente Moisés dijo al pueblo: “Ustedes han cometido un gran pecado, pero voy a subir donde Yavé. Ojalá pueda obtener por ustedes el perdón de este pecado.
Al volver Moisés donde Yavé le dijo: “Este pueblo ha cometido un gran pecado con estos dioses de oro que se hicieron.
Con todo, dígnate perdonar su pecado…, pero si no, bórrame del libro que has escrito.
Yavé respondió a Moisés: “Al que peca contra mí, a éste borraré yo de mi libro.
Pero tú, sigue, y conduce al pueblo al lugar que te indiqué. Mi Angel irá delante de ti, pero algún día los visitaré y les pediré cuentas de su pecado.
PALABRA DE DIOS.- TE ALABAMOS, SEÑOR.
ORACIÓN: Rueguen al Señor de las mies, que envíe trabajadores a sus campos, dice Jesús a sus discípulos.- Señor Dios, que quisiste proveer de pastores a tu pueblo, infunde en tu iglesia tal espíritu de piedad y fortaleza, que suscite ministros dignos de tu altar y los haga ser valientes y humildes promotores del Evangelio. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.
no he vuelto ha recibir el evangelio del día, será que tengo que volver a escribirme, no saben cuanto me falta ese alimento espiritual.
quedo agradecida
esperanza