Catecismo del Sagrado Corazón de Jesús
Capítulo XI. El Culto al Sagrado Corazón (Continuación)
IV. Primer Viernes y gran promesa.
1.- ¿Qué día del mes se consagra especialmente a honrar al Corazón de Jesús?
El primer Viernes de cada mes.
2.- ¿En qué se funda esta práctica?
En los deseos manifestados por el Corazón de Jesús a la Santa Margarita María y en los de S.s. León XIII.
3.- ¿Cuáles son las palabras de Santa Margarita María?
“Se me apareció el Señor resplandeciente de gloria y me dijo: atiende a mi voz y a lo que re pido. Comulgarás todos los primeros viernes de mes para reparar en cuanto pudieres los ultrajes que he recibido en el Santísimo Sacramento del Altar durante el mes.” Y en una carta añade: “Todos los viernes, pero especialmente el primero de cada mes, están consagrados a honrar al Corazón de Jesús”
4.- ¿Cuáles fueron las palabras del Vicario de Cristo?
El 21 de julio de 1899 escribía el cardenal Mazella, por encargo especial de S.S. León XIII, a todo el episcopado católico: “Ardentísimamente desea su Santidad que se propague por todas partes la práctica altamente recomendable de hacer algunos ejercicios en honor del Sagrado Corazón de Jesús el primer viernes de cada mes.”
5.- ¿Cuáles son los ejercicios más indicados para este fin?
Los más indicados son: Oír la santa misa, visitar al Santísimo Sacramento del Altar, meditar sobre el Sagrado Corazón , rezar sus letanías, y el acto de consagración según la fórmula compuesta por León XIII y ligeramente modificada por Pío IX. Pero el acto cumbre, pedido por el mismo Sagrado Corazón, es hacer la Comunión reparadora, objeto de una promesa magnifica, llamada la Gran Promesa.
6.- ¿Cuál es esta promesa?
Es la duodécima, que brilla entre las restantes como el sol entre los astros, y cuyo texto es el siguiente: “Yo te prometo, en la excesiva Misericordia de mi Corazón, que su amor todopoderoso concederá, a todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final; no morirán en mi desgracia ni sin recibir sus Sacramentos, haciéndose mi Corazón su asilo seguro en el último momento.” (Octubre de 1689)
7.- ¿Cuántas cosas se comprenden en esta promesa?
Se comprenden tres cosas:
1° La penitencia final, o sea, no morir en desgracia de Dios.
2° La de no morir sin Sacramentos.
3° La de que el Sagrado Corazón le servirá de asilo seguro en aquella hora postrera.