“QUE LA ABUNDANCIA DE USTEDES REMEDIE LAS NECESIDADES DE SUS HERMANOS POBRES”.
Y ustedes que sobresalen en todo: en dones de fe, de palabra y de conocimiento, en entusiasmo, sin hablar del amor que me profesan, traten de sobresalir también en esta obra de generosidad.
No es una orden, sino que sólo me baso en la generosidad de otros para ver si ustedes aman de verdad.
Ya conocen la generosidad de Cristo Jesús, nuestro Señor, que, siendo rico, se hizo pobre por ustedes para que su pobreza los hiciera ricos.
No se trata de que otros tengan comodidad y que a ustedes les falte, sino de que haya igualdad.
Ustedes darán de su abundancia lo que a ellos les falta, y ellos, a su vez, darán de lo que tienen para que a ustedes no les falte. Así reinará la igualdad.
Lo dice la Escritura: Al que tenía mucho no le sobraba y al que tenía poco no le faltaba.
PALABRA DE DIOS.- TE ALABAMOS, SEÑOR.
Biblia Latinoamericana/ se toma como guía el misal católico: Asamblea Eucarística. México