Fiat mihi secundum verbum tuum
Al final del coloquio, María responde al ángel: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra” María anticipa así la tercera invocación del Padrenuestro: “Hágase tu voluntad” Dice “Si” a la voluntad grande de Dios, una voluntad aparentemente demasiado grande para un ser humano. María dice “Si” a esta Voluntad Divina; entra dentro de esta Voluntad; con un gran “Si” inserta toda su existencia en la Voluntad de Dios, y así abre la puerta al mundo a Dios. Adán y Eva, con su “no” a la voluntad de Dios, habían cerrado esta puerta. “Hágase la voluntad de Dios” María nos invita a decir también nosotros este “Si” que a veces resulta tan difícil. Sentimos la tentación de preferir nuestra voluntad, pero ella nos dice: “¡Sé valiente! Di también tú: “Hágase tu Voluntad “porque esta Voluntad es buena”. Al inicio puede parecer un peso casi insoportable, un yugo que no se puede llevar; pero, en realidad, la voluntad de Dios no es un peso. La voluntad de Dios nos da alas para volar muy alto, y así con María también nosotros nos atrevemos a abrir a Dios la puerta de nuestra vida, las puertas de este mundo diciendo “si” a la Voluntad, consientes de que esta voluntad es el verdadero bien y nos guía a la verdadera felicidad.
MARIA la madre de DIOS siendo creatura fui consultada por medio del angel Gabriel si quería ser la madre del salvador del mundo y del hombre y contra viento y marea dijo si se entrgo completamente en las manos de su creador grande fe maria de nazareth dame a mi creatura indigna de esa fe que pronunciaste con el si y asi yo dejar que DIOS UNO Y TRINO PADRE HIJO Y ESPIRITU SANTO construya una nueva creatura