Dominus tecum
En María Dios habita realmente, se hace presente aquí en la tierra. María se convierte en su tienda. Lo que desean todas las culturas, es decir, que Dios habite entre nosotros, se realiza aquí. San Agustín dice: “Antes de concebir al Señor en su cuerpo, ya lo había concebido en su alma”. Había dado al Señor el espacio en su alma, y así se convirtió realmente en el verdadero Templo donde Dios se encarnó, donde Dios se hizo presente en esta tierra.
Que frase tan bella, que inspiración divina tan precisa la de S. S. Benedicto XVI, me legó hasta el fondo del alma e invadió mi ser de un leve temblor. Bendito seas Señor, porque pusiste tus ojos en María. En Ella, la llena de gracias,Ruega pornosotros, siempre, Señor de todos los momentos, de todas las horas, AMÉN