No hemos venido a ser personas de èxito, sino a ser fieles a Dios (2a. Parte)

No hemos venido a ser personas de èxito, sino a ser fieles a Dios (2a. Parte)

LA LUCHA INTERIOR

“El enemigo tratò con la culpa de matar todos esos frutos que estaban pasando en ese momento y había ese pleito interno. Y fue donde hablando con unos amigos en Mèxico me recomendaron hablar con un sacerdote, yo necesitaba desahogarme con alguien (en español) finalmente logrè hablar con el sacerdote Juan Rivas, le platiquè un poquito de todo lo que me estaba pasando, porque yo no podía articular todo esto que te estoy platicando, era una sensación interna que ni yo mismo sabìa lo que me estaba pasando. Me regalò algunos libros entre ellos el de Roma Dulce Hogar y ahì descubrì el valor de la Santa Misa (que tampoco conocía) y a partir de allì fue cuando le hice una promesa a Dios  de estar en misa todos los días por el resto de mi vida, y empecè a ir a misa todos los días”.

“Conocì a otro sacerdote, el Padre Francisco, un dìa me preguntò ¿has hecho una confesiòn general?, y tampoco sabìa lo que era eso y después de que me explicó pues empecé a escribìr todos mis pecados desde que era niño hasta ese momento y fui hacer mi primera confesiòn con el padre Justino que durò casi dos horas y media y fue uno de los momentos màs agradables, màs preciosos y màs increíbles que he tenido en mi vida cuando yo salì de ese cuarto liberado completamente. Ahì yo sentì que fue el segundo momento, pues el primero fue el Espìritu Santo tocando mi corazòn y ayudándome a tener este arrepentimiento, y el segundo cuando salì de ese cuarto recién confesado”.

EL VALOR DE LA CASTIDAD

“Tengo casi cinco años sin pareja, después de haber llevado una vida bastante disipada llegó un momento en que me hice una promesa, no solo a mi mismo sino a Dios, y esa promesa fue vivir en castidad, cosa que yo no sabìa, era una palabra que escuchaba y no la entendía, y fue donde reconocì el valor de la castidad, la castidad es libertad, y reconocì también que mi cuerpo es templo del Espìritu Santo, reconocì también que la mujer màs importante –despuès de mi mamà, mis hermanas y desde luego de nuestra Santìsima Madre la Virgen de Guadalupe-  va ser mi esposa, entonces quiero darle a mi esposa ese regalo que es algo sagrado que Dios nos ha dado y que es el sexo. Y lo he podido lograr por la gracia de Dios.  Y te lo puedo decir asì, estos casi cinco años han sido los días màs grandes en mi vida, nunca he obtenido tanta paz, tanta alegría, tanta serenidad, tanta felicidad, que finalmente es lo que todo mundo anda buscando la felicidad, puedo contar los 20 años que vivì totalmente en una vida mundana y no lo comparo con un dìa. Hubo amigos que perdí e incluso familiares que no comprendieron què me había pasado”.

NO FUIMOS LLAMADOS PARA SER PERSONAS DE ÈXITO

“Me quedó muy claro el propósito de mi vida, me quedó muy claro que no fui llamado ni nacì para ser actor, ni fui creado para ser famoso, ni rico, ni ingeniero, ni doctor, ni exitoso. Fui llamado para ser un santo, igual tù y que todos en este planeta”.

“Por primera vez sentí un propósito en mi vida que era honesto, que era serio; nuestro llamado es conocer, amar y servir a Dios. Tambièn me quedó claro lo que dice la Madre Teresa de Calcuta “No somos llamados a ser personas de éxito, somos llamados a ser personas fieles a Dios”, ese es nuestro éxito; ahora que, si siendo fieles a Dios viene el otro éxito pues es una bendición de Dios, pero si no viene pues entonces jamàs podemos comprometer nuestros valores, nuestros principios, nuestra fe con tal de conseguir el éxito porque esto no viene de Dios”.

“Esa fue la primera convicción, el primer mensaje y a partir de ahì dije “no vuelvo hacer ninguna película que ofenda a Dios”. En ese momento pensé que iba a ser muy fácil. Vendì todo lo que tenía, renunciè a todas las ofertas que me estaban llegando, pensé irme al amazonas a discernir, a saber què querìa Dios de mi, de misionero ayudar a los pobres, entonces fui a ver al Padre Juan Rivas y le platiquè de mi plan y me dijo <Hollywood es una jungla màs grande, por alguna razón en Hollywood tuviste la conversión, quieres huir, tienes miedo>. “Por primera vez estar en Hollywood para mi era un sacrificio, fìjate, lo que para mi toda mi vida había sido un sueño en ese momento era un sacrificio porque yo lo que querìa era salirme de ahì. Y me dijo y entendí que no estoy en Hollywood para condenar, ni para maldecir ni para juzgar la oscuridad, sino para ser luz en la oscuridad”.

ESTAR ATENTOS AL MENSAJE SOBRE LA MISIÒN QUE DIOS NOS ENCOMIENDA

“El segundo mensaje que en ese momento recibì fue abrir una productora de cine, haciendo caso a lo que decìa el Santo Padre Juan Pablo Segundo “que no les de miedo utilizar los medios de la comunicación para decir la verdad; el arte y la moral van de la mano”.

“Abrìmos la productora de cine Metanoia films, (con la idea) de crear un oasis en Hollywood donde personas que estèn en el mismo “canal” nos juntemos y produzcamos películas que eleven la dignidad del ser humano. Pelìculas que tengan el potencial de prender una veladora en el corazòn de las personas y realmente asumir las responsabilidades como artistas, como actores, como productores, sabiendo que la gente va a salir influenciada con lo que hagamos, pues vamos hacer cosas que realmente afecten sus vidas de manera positiva. Que la gente cuando se vaya del cine se vaya queriendo ser mejores seres humanos, se vayan querièndose màs, se vayan perdonándose màs, se vayan inspirados, que quieran usar sus talentos y puedan contribuir de una manera positiva a este mundo y poder hacer un mundo mejor”.

Continuarà

 

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