“EL BUEN PASTOR DA LA VIDA POR SUS OVEJAS”.
Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.
No así el asalariado, que no es el pastor ni las ovejas son suyas. Cuando ve venir al lobo, huye abandonando las ovejas, y el lobo las agarra y las dispersa.
A él sólo le interesa su salario y no le importan nada las ovejas.
Yo soy el Buen Pastor y conozco a los míos como los míos me conocen a mí,
lo mismo que el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre. Y yo doy mi vida por las ovejas.
Tengo otras ovejas que no son de este corral. A esas también las llevaré; escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño con un solo pastor.
El Padre me ama porque yo doy mi vida para retomarla de nuevo.
Nadie me la quita, sino que yo mismo la entrego. En mis manos está el entregarla y el recobrarla: éste es el mandato que recibí de mi Padre.
PALABRA DEL SEÑOR.- GLORIA A TÍ, SEÑOR JESÚS.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal católico: Asamblea Eucarística. México