Del libro del Profeta Isaías 50,4-9. Miércoles 1 de Abril de 2015.
“NO HE SUSTRAÍDO MI ROSTRO A LOS INSULTOS Y SALIVASOS”.
El Señor Yavé me ha concedido
el poder hablar como su discípulo.
Y ha puesto en mi boca las palabras
para fortalecer al que está aburrido.
A la mañana él despierta mi mente
y lo escucho como lo hacen los discípulos.
El Señor Yavé me ha abierto los oídos
y yo no me resistí ni me eché atrás.
He ofrecido mi espalda a los que me golpeaban,
mis mejillas a quienes me tiraban la barba,
y no oculté mi rostro ante las injurias y los escupos.
El Señor Yavé está de mi parte,
y por eso no me molestan las ofensas;
por eso, puse mi cara dura como piedra.
y yo sé que no quedaré frustrado,
Aquí viene mi juez, ¿quieren meterme pleito?
Presentémonos juntos,
y si hay algún demandante, ¡que se acerque!
Si el Señor Yavé está de mi parte,
¿quién podrá condenarme?
Todos se harán tiras como un vestido gastado,
y la polilla se los comerá.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México