Consagración al Inmaculado Corazón de María de los 33.
Día 9. Rezad el Santo Rosario diariamente.
Pasos para cada día:
1. Rezo del santo Rosario, meditado y con letanías de la Virgen
2. Meditación del día y una virtud.
3. Coronilla de protección.
4. Letanías al Inmaculado Corazón de María.
5. Oración final
6. Consagración (para el día de la festividad o al terminar los 33 días.
1er. Rezo del Santo Rosario
Gozosos: lunes y Sábados
Dolorosos: martes y miércoles.
Luminosos: jueves
Gloriosos miércoles y domingos.
Jaculatorias para rezar en cada decena del Santo Rosario:
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y llevad al cielo todas las almas, especialmente las más necesitadas de vuestra misericordia.
Dio mío yo creo, adoro, espero y os amo, os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman.
Santísima Trinidad: Padre, Hijo y espíritu Santo, os adoro profundamente, os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo presente en todos los Tabernáculo del mundo, en reparación de los ultrajes, de los sacrilegios y de las indiferencias con los cuales es ofendido.
Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Corazón Inmaculado de María os pido por la conversión de los pobres pecadores.
Día 9. Rezad el Santo Rosario diariamente.
Hijos amados: tomad en vuestras manos el santo Rosario y rezadlo diariamente porque “es verdad que se armará nación contra nación, y un reino contra otro reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en varios lugares. Empero todo esto aún no es más que el principio de los males” (Mateo 24, 7-8) males que se esparcirán por el mundo entero, males que tendrán que suceder porque todo lo escrito habrá de cumplirse; males que llevarán a muchas almas al arrepentimiento, a abrazar la cruz del Mártir del Gólgota; males que arrancarán la maleza y los frutos secos; males que mostrarán a toda la humanidad la justa cólera de Dios, porque los hombres se han pervertido, se revuelcan en el fango de sus pasiones y de sus pecados; se han separado de Dios, caminan rumbo a la perdición.
Las guerras, desastres y tribulaciones es otra señal que caracteriza el final de los tiempos, habrán grandes terremotos en el mundo; terremotos que aumentarán la actividad volcánica, fuera de la plaga del sida, primera plaga del Apocalipsis; vendrán otras plagas más que causarán la muerte, porque difícilmente se hallará la cura; gran parte del agua potable se contaminará; las inundaciones, los tornados y huracanes aumentarán.
María, Maestra de los Apóstoles de los últimos tiempos, alerta a la humanidad; os avisa de los acontecimientos para que volváis al Señor, para que hagáis reparación por vuestros pecados y los pecados del mundo entero.
Permaneced arropados bajo los pliegues de mi Sagrado manto, porque habrán guerras, guerras que llevarán a la enemistad de los pueblos contra pueblos; guerras que causarán dolor, grandes sufrimientos.
No os alarméis, pero habrá guerra civil entre Estados Unidos; orad por sus pobladores, orad por su gobierno, orad porque el colapso mundial está próximo.
Haced mucha penitencia e intensificad la oración, porque la humanidad está al borde de una tercera guerra mundial.
Hijos carísimos: os ha llegado la hora de decidir cuál es el camino que debéis andar: el camino del bien o el camino del mal, el camino angosto que os lleva al cielo, o el camino espacioso que os leva al infierno.
No deis más culto idolátrico a Satanás, dádselo a Dios. Él es el Creador y Señor del universo; a Él debéis rendirle toda adoración y toda gloria.
No pretendo inquietaros, sólo os advierto para cuando os llegue el momento no os sorprenda desprevenidos.
El Señor es sumamente misericordioso, pero también muy justo; trabajad en la salvación de vuestra alma y después pasad a recibir el pago por el jornal del día. Dejad ya el mundo, mundo convulsionado, paganizado; retiraos al desierto y evaluad cómo está vuestra vida; reconoceos pecadores necesitados de la misericordia de Dios, ávidos de una buena Madre que os proteja, que vele vuestro sueño, que os cuide cuando os sintáis enfermos.
Hijos amados: sólo os queda orar, interceder y reparar porque es mucha la iniquidad, es mucho el alejamiento de los hombres para con Dios, es mucha la superficialidad, es mucha la incredulidad para con los profetas, es mucha la apatía a los temas apocalípticos.
Satanás os hace dudar, os hace posponer vuestra conversión, os presenta modelos de vida relajada, os sumerge en la oscuridad, tapa vuestros oídos para que no escuchéis mi voz, endurece vuestro corazón haciéndoos renuentes, apáticos; sutilmente os pone trampas, busca vuestra condenación. Venid, hijos míos, haceos soldados rasos de mi Ejército Victorioso, consagradoos a mi Inmaculado Corazón; no destruyáis vuestra vida en el pecado; si no os convertís preparaos para el sufrimiento, vuestros dolores serán mayores que el dolor de los justos.
Haceos soldados rasos de mi Ejército Victorioso, consagradoos a mi Inmaculado Corazón porque es refugio santo para este final de los tiempos. Soy Arca de Salvación para toda la humanidad; que no os pase como en los tiempos de Noé. El mundo no le creyó y por eso perecieron. Haceos soldados rasos de mi Ejército Victorioso, consagradoos a mi Inmaculado Corazón; vuestras cargas serán livianas si vivís sus mandamientos, si hacéis muchas obras de misericordia.
Virtud de la sencillez
Buscad las cosas sencillas, porque en lo sencillo también está Dios. No andéis de un lado para otro buscando novedades, queriendo hallar lo extraordinario, porque podréis tropezar y caer de bruces al suelo sin encontrar quien os sostenga o quien os ayude a levantar.
Las apariencias son engañosas y muchas veces, lo que aparentemente es verdadero, puede ser una mentira; o lo que a nuestros ojos es una farsa, resulta siendo verdad.
Venid y postraos a los pies de Jesús. Él se os muestra como es, sin camuflajes ni doblajes. Porque en la sencillez del Pan Eucarístico está realmente su Cuerpo y su Sangre.
Él no necesita valerse de lo que a vuestros ojos es llamativo, para que creáis en Él.
En frente de Él estáis viviendo lo más extraordinario que existe sobre la faz de la tierra, el Dios verdadero vestido en la sencillez de la Hostia Santa.
Alabad a Dios por la Efusión de su espíritu, porque con sus dones y carismas enriquece nuestra Iglesia.
No busquéis lo menos y despreciéis lo más.
Buscad las cosas sencillas, porque en lo sencillo también está Dios.
3. Coronilla de Protección
(Se reza en un rosario común)
En cada Padre Nuestro:
Ave María Purísima, sin pecado concebida, hija de San Joaquín y santa Ana, María Santísima.
En cada Ave María (diez veces)
V. ¿Quién como Dios?
R. Nadie como Dios.
En cada Gloria:
V. Huid poderes malignos
R. venció Cristo el Señor.
Al final del Rosario:
V. Corazones Triunfantes de Jesús y de María.
R. Reinad en mi vida y en mi corazón. Amén.
Letanías al inmaculado Corazón de María
V/ Señor, ten piedad.
R/ Señor, ten piedad de nosotros.
V/Cristo, ten piedad.
R/Cristo ten piedad de nosotros.
V/Señor, ten piedad.
R/Señor, ten piedad de nosotros.
V/Cristo, óyenos.
R/Cristo óyenos.
V/Cristo, escúchanos.
R/Cristo, escúchanos.
V/Dios, Padre celestial.
R/Ten Misericordia de nosotros.
V/Dios, Hijo Redentor del mundo.
R/Ten Misericordia de nosotros.
V/Dios, Espíritu Santo
R/Ten Misericordia de nosotros.
V/ Trinidad Santa, un solo Dios.
R/ Ten Misericordia de nosotros.
Santa María, Corazón Inmaculado de María. Ruega por nosotros.
Corazón de María, lleno de gracia. Ruega por nosotros.
Corazón de María, vaso de amor más puro. Ruega por nosotros.
Corazón de María, consagrado integro a Dios. Ruega por nosotros.
Corazón de María, preservado de todo pecado. Ruega por nosotros.
Corazón de María, morada de la Santísima Trinidad. Ruega por nosotros.
Corazón de María, delicia del Padre en la Creación. Ruega por nosotros.
Corazón de María, instrumento del Hijo en la Redención. Ruega por nosotros.
Corazón de María, la esposa del Espíritu Santo. Ruega por nosotros.
Corazón de María, abismo y prodigio de humildad. Ruega por nosotros.
Corazón de María, medianero de todas las gracias. Ruega por nosotros.
Corazón de María, latiendo al unisonó con el Corazón de Jesús. Ruega por nosotros.
Corazón de María, gozando siempre de la visión beatifica. Ruega por nosotros.
Corazón de María, holocausto del amor divino. Ruega por nosotros.
Corazón de María, abogado ante la justicia divina. Ruega por nosotros.
Corazón de María, traspasado de una espada. Ruega por nosotros.
Corazón de María, coronado de espinas por nuestros pecados. Ruega por nosotros.
Corazón de María, agonizando en la Pasión de tu Hijo. Ruega por nosotros.
Corazón de María, exultando en la resurrección de tu Hijo. Ruega por nosotros.
Corazón de María, triunfando eternamente con Jesús. Ruega por nosotros.
Corazón de María, fortaleza de los cristianos. Ruega por nosotros.
Corazón de María, refugio de los perseguidos. Ruega por nosotros.
Corazón de María, esperanza de los pecadores. Ruega por nosotros.
Corazón de María, consuelo de los moribundos. Ruega por nosotros.
Corazón de María, alivio de los que sufren. Ruega por nosotros.
Corazón de María, lazo de unión con Cristo. Ruega por nosotros.
Corazón de María, camino seguro al cielo. Ruega por nosotros.
Corazón de María, prenda de paz y santidad. Ruega por nosotros.
Corazón de María, vencedora de las herejías. Ruega por nosotros.
Corazón de María, de la Reina de Cielos y tierra. Ruega por nosotros.
Corazón de María, de la Madre de Dios y de la Iglesia. Ruega por nosotros.
Corazón de María, que por fin triunfarás. Ruega por nosotros.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.
Perdónanos Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.
Escúchanos Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.
Ten misericordia de nosotros.
V/ Ruega santa Madre de Dios
R/ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oremos:
Tú que nos has preparado en el Corazón Inmaculado de María una digna morada de tu Hijo Jesucristo, concédenos la gracia de vivir siempre conforme a sus enseñanzas y de cumplir sus deseos. Por Cristo tu Hijo, nuestro Señor. Amén.