Salmo 129 (130). Viernes 27 de Febrero de 2015.
“PERDÓNANOS, SEÑOR, Y VIVIREMOS”.
Desde el abismo clamo a ti, Señor,
¡Señor, escucha mi voz!
que tus oídos pongan atención
al clamor de mis súplicas!
Señor, si no te olvidas de las faltas,
Adonai, ¿quién podrá subsistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así se te venera.
Espero, Señor, mi alma espera,
confío en tu palabra;”
mi alma cuenta con el Señor,
más que con la aurora, el centinela.
Como confía en la aurora el centinela,
así Israel confíe en el Señor;
porque junto al Señor está su bondad
y la abundancia de sus liberaciones,
y él liberará a Israel
de todas sus culpas.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal católico: Asamblea Eucarística. México.
Desde lo hondo a ti grito, Señor;
2Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.
3Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿ quién podrá resistir?
4Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.
5Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
6mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
7Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
8y él redimirá a Israel
de todos sus delitos.