“SEAN PERFECTOS, COMO SU PADRE CELESTIAL ES PERFECTO”.
Ustedes han oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo y no harás amistad con tu enemigo.
Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores,
para que así sean hijos de su Padre que está en los Cielos. Porque él hace brillar su sol sobre malos y buenos, y envía la lluvia sobre justos y pecadores.
Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué mérito tiene? También los cobradores de impuestos lo hacen.
Y si saludan sólo a sus amigos, ¿qué tiene de especial? También los paganos se comportan así.
Por su parte, sean ustedes perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en el Cielo.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal católico: Asamblea Eucarística. México