La Civilización de la Muerte
“Amalo como él te ama”
Para conseguir que entremos en sintonía y cercanía espiritual con nuestros “amigos animales” los medios no dudan en utilizar golpes bajos, dirigidos con inteligencia y sutileza.
Un ejemplo de ello lo tenemos en (la revista italiana) GENTE MESE de la editorial Rusconi, con fecha de noviembre 1994, la cual presento en su portada al Padre Pío de Pietrelcina y tres círculos con las fotos del Padre tardif, Padre Falvo, y Monseñor Milingo, tres hombres de Dios, conocidos por su fama de santidad como exorcistas y por sus dones de sanación. La vistosa escrita al calce de las fotos: “Los herederos vivientes del Padre Pío, he aquí donde encontrarlos y a donde escribirles para rezar junto con ellos y pedirles favores”, ésta revista, como era de esperarse, se agotó inmediatamente. Este hecho no nos admira, pues viviendo tiempos de enfermedades y demonios todos van en búsqueda de santos a quien dirigirse y teniendo delante tres de ellos y hasta las direcciones de cada uno y algunas líneas que decían “el fraile de los estigmas los bendice desde el cielo y ahora realizan milagros como él.” A la gente le pareció inédito. Tampoco nos sorprendió que en todas las páginas del artículo apareciera un pequeño círculo con la foto del padre pío que les sonreía como un tutor para así garantizar a sus sucesores.
Habría que analizar las ventajas que representó el combinar a éstos sacerdotes con Padre Pío, que según lo que sabemos, no mantuvo ninguna estrecha relación con éstos sacerdotes como para “bendecirlos desde el cielo”, pero reconociendo que ellos son sin duda hombres de Dios, no quisimos entrar en discusión y así la editorial Rusconi, sacó mucho provecho vendiendo cientos de miles de ejemplares de GENTE MESE. Como dijo alguna vez el padre Pío bromeando “soy perejil de muchos platillos y con él se cocinan muchas recetas”. La editorial Rusconi cocinó sin duda éste artículo utilizando también ésta hierba aromática.
Lo que no pudimos dejar pasar fue el hecho de que después de haber dedicado 77 páginas a tres sacerdotes se dedicaran 30 páginas a diez perros que se distinguieron a nivel mundial por su “humanismo”, “ternura” y “amor verdadero”.
No, esto no es lícito. En la portada no se mencionaba nada sobre el segundo tema del mes: nuestros amigos los perros.
Esta manera de actuar y periodísticamente deshonesta, porque sabían que poniendo en la portada “Padre Pío y sus sucesores” ese número de la revista se habría vendido a un cierto público de lectores imponiéndoles a ellos, sin saber una serie de artículos ajenos a esos temas (los de los perros) que podían publicarse en otros números. Ese artículo agregado en ese mismo número se hizo con la intención de relacionar la santidad del hombre y la “santidad” del perro. Es toda una cadena de engañosas y astutas combinaciones. “Padre Pío bendice desde el cielo a sus tres sucesores vivientes” Y ellos cuatro, tanto apreciados por millones de devotos, bendicen a nuestros “amigos perros”, testigos vivientes del “amor verdadero”. La portada trasera que cierra ese número presenta a una mujer que trae en el brazo a una cachorrita blanca que nos recuerda la ley del amor. “AMALO COMO EL TE AMA”
“Ámense como yo los amo”, son las palabras de Jesús en Juan 15,12 tales palabras son el vértice de la perfección espiritual, no es licito usar esa frase para anunciar los bocadillos para perros de la marca Cesar.
El hijo tiene que sustituirse por el perro, aunque para eso tengamos que mandar a volar a los pocos valores restantes de raciocinio. Esta nueva actitud la respalda la publicidad más grotesca y basándose en nuevos términos “culturales”. Para acabar de cincelarla tomamos a colación dos argumentos que repetiremos cíclicamente:
a) La Etología
b) La par condicio.
¿Qué es la Etología?
La etología fue la palabra que primeramente se utilizó para designar a lo que hoy se conoce como la Ecología, después con el sentido de: disciplina que estudia el comportamiento animal. Posteriormente éste término fue utilizado por el ZOOLOGICAL RECORD, (el máximo repertorio bibliográfico de la zoología) que instituyó también en 1907 una sección de etología, de ahí pasó a definir la escuela de Lorenz y Timbergen dedicada al estudio “objetivo” del comportamiento animal y humano. Este ensancharle al hombre su camino en el campo de la investigación, tal vez es debida al punto de vista “científico” de los zoólogos que ven en el hombre a un mamífero aparentemente que pertenece al orden de los primates.
En realidad etología (del griego “etos” esto es: costumbre) significa el estudio comparativo de los caracteres o de las costumbres individuales o étnica. Entonces es una ciencia que concierne al hombre, en cuanto a “etnis (del griego etvos, pueblo) es un agrupamiento humano basado en la comunidad de caracteres raciales, culturales y lingüísticos.
Consideramos entonces inapropiado utilizar este término para indicar una disciplina o materia que “estudia los hábitos de los animales y la adaptación de las plantas a su ambiente”.
Al unir capciosamente éstas definiciones, en la actualidad se habla de la etología como una pseudos-ciencia que propone un punto de encuentro entre los estudios realizados en los humanos y los hechos sobre los animales, tratando literalmente de confundir las especies: “la especie humana no sería como se consideraba tiempo atrás, muy diferente de la especie animal”. Esta nueva “ciencia”, está descubriendo cada vez, más lazos en común entre el hombre y los animales, hasta el punto de sentirse autorizada a proponer la “Par condicio” que la igualación de derechos de los hombres y los animales, empezando por los simios.
Les damos muestra de la profundidad científica del tema, proponiendo un artículo que Giorgio Celli, escribió en el diario LA REPUBLICA con fecha del 24 de noviembre de 1994.
El siguiente texto muestra una estrofa del “mítico” libro: “El hombre encontró al perro” de K. Lorenz para demostrar la afinidad entre el perro y el hombre:
“los perros de mi esposa son siempre extremadamente limpios y tienen un desarrollado sentido del orden, evitando por su propia cuenta los charcos, prefiriendo los más anchos senderos entre arbustos de flores y huertos, sin jamás pisar ninguno de ellos. Los míos se revuelcan en cualquier charco que se encuentran y llevan a casa un lodazal que ni se imaginan: bueno en resumidas cuentas entre ellos existen las mismas diferencias que entre ella y yo”.
Lo que escribe el Sr. Lorenz nos lleva a deducir que él es una persona poco limpia y que algunos perros (también ellos poco amantes de la limpieza) pueden haberse dejado influenciar por su dueño. Por el mismo motivo puede ser que otros perros hayan sido influenciados por el comportamiento de su mejer, que evidentemente es una mujer limpia.
Creemos haber atinado en este juicio sobre la interpretación que le da el escritor al artículo en el que se refiere al “místico” libro, evidentemente siendo un experto concluye en ésta forma:
“Y aún hay más, según Lorenz, tener a nuestro lado un animal que se parece a nosotros es una buena señal, cuando tenemos uno que es un juguetón, afectuoso, gordito y dormilón nos sentimos contentos de encontrar en él nuestra propia imagen, que no nos desagrada. Por consecuencia tengamos cuidado en dar nuestras opiniones sobre los perros de otras personas. Cualquier cosa que digamos representará una ofensa o un piropo directo a quien lo lleva con la correa”.
¡No nombrar el nombre del perro en vano!
La última expresión de éste artículo parece una sutil advertencia: ¡”No te arriesgues a hacer un juicio poco respetuoso sobre un perro”! y nos parece escuchar también la frase que se promulgó por TV en el verano pasado ¡”Eres tu el callejero si abandonas a tu perro”!
Al perro no se le ofende, al perro no se le abandona, al perro no se le maltrata, y ni siquiera piensen en dominarlo, sea el que sea el motivo por el cual pienses hacerlo.
Tiene experiencia en materia un policía municipal de una pequeña ciudad de Abruzzo, responsable de zona, para capturar a un perro callejero que tenía seguramente rabia y espantaba a la gente. Ya que el perro no se dejaba capturar con los más comunes métodos, el policía decidió matarlo con un disparo de su arma, la cual se le había dado para casos extremos como éste, ya que si el perro hubiera mordido a alguien después de no haber podido atraparle, el policía habría resultado responsable por omisión de su responsabilidad.
¿Quieren saber cómo terminó esta historia? Alguien lo denunció y fue juzgado sin pasar por indagatorias debido a que fue encontrado “in fraganti”. ¿El juez fue injusto? ¿Acaso se trata de un juez defensor de animales? No, es un juez que ha decidido que se maten los bebés, los cuales existen en demasía, que son incómodos, peligrosos para el desarrollo de toda la humanidad, por todos estos motivos deben de ser sustituidos por los perros. Se comportan también como “vendidos” sus colegas, los jueces americanos de quienes nos hablan las noticias del mes de diciembre de 1994.
Precisamente estas noticias se presentaron en el noticiero GR1 de la televisora italiana RAI, reportando que en los Estados Unidos un vándalo que abusó de una muchacha y además por la agresión la dejó sorda de por vida, recibió una condena de seis meses. En cambio una persona que mató voluntariamente a un gato recibió como condena cinco años de prisión.
El mensaje que “alguien” quiere darnos es éste: mata a los bebés, viola y agrede a quien quieras porque la ley será benevolente contigo, porque el hombre existe para destruirse, pero cuidado con maltratar a un perro o a un gato porque en este caso la ley va a tratarte con puño de hierro, de manera ejemplar para que todos entiendan que no al hombre sino a los perros y gatos se les respeta y se les ama.
El “propietario” quiere empujarnos a sustituir el hombre por el perro y el gato, para después ponerlo en el lugar que pertenece a Dios, como en Egipto. Que esta nación- que fue la primera en practicar el Onanismo desde su gobierno no sea también la precursora de esta práctica.
“No hay nada nuevo bajo el sol dice Qoelet” (Eclesiastés 1,9)
El perro es sagrado, se debe amar y no se debe matar. A menos que sea usado como sacrificio en las “misas negras”, en las cuales se mata y su sangre es bebida por todos los presentes. Esta es la noticia de todos los días, solo que quien no quiere entender no lo entiende.
Es bien sabido por todos que las “misas negras” son una parodia del Sacrificio Eucarístico, pero no todos comprenden el significado de “sacramental” de esta acción que a continuación explicaremos, para hacerles ver que lo que les decimos no es fruto de la fantasía. Como en el Sacrificio Eucarístico nos comunicamos con la Sangre de Jesús, quien nos participa su divinidad, así mismo participando de la sangre de una bestia nos hacemos participes de su bestialidad. Este es el primer paso hacia el satanismo puro.
¡Hombre! ¿No quieres entender que tu “similar” es la bestia? ¿Cuándo te decidirás a considerarla como igual y le darás tus mismos derechos? ¿Qué esperas a darle a “par condicio”?
La “Par Condicio”
Diario “LA REPUBLICA” del 24 de noviembre de 1994:
¿Pueden gozar los animales de los mismos derechos que los hombres? Es un argumento muy trillado y tema de un libro que saldrá en unos días….principalmente la Etología ha reivindicado la fuerza del pensamiento animal, sobretodo el de los primates. De ésta nueva igualdad nos habla también IL VENERDI del mismo diario LA REPUBLICA de mañana:
En otra página este periódico nos reporta, con letras más vistosas:
“La liberación de los animales-Filosofía y ciencia nos piden igualdad entre el hombre y el simio. Los mismos derechos deben de tener nuestros más cercanos parientes ¿Se tratará de una revolución?”
Con estos encabezados llamativos LA REPUBLICA hace mención, en la página reservada a la cultura (¿¡) el amplio “estudio” incluido en su fascículo semanal. El libro tan anunciado es: “Grandes simios: igualdad, más allá de las fronteras humanas” de los autores Paola Cavalieri y Peter Singer. La síntesis de ésta cuestión tan discutida corre a cargo del columnista Giorgio Celli:
“Los grandes simios son humanos, demasiados humanos como para imitar a Nietzsche. Más los observamos y más nos encontramos en ellos….la forma retórica contenida en el libro de Cavalieri y Singer trata de un grande proceso imaginario en el cual los etólogos son llamados al estrado como peritos y los juritas, protectores de animales lógicamente, como abogados defensores. Los juristas, que son los lectores, tienen que emitir el veredicto, decretando si los grandes simios son en verdad animales o si se parecen tanto a nosotros que deban considerarse entre la especie humana. Haciéndose acreedores de una vez por todas, de los derechos que motivaron la Revolución Francesa.
La primera mitad del siglo XX puede decirse que fue la Edad de la Etología y por consecuencia de la revaloración de las creaturas salvajes, como humanos en todo su derecho. La segunda parte del siglo se podría decir que fue la de la Etología que reivindicó el pensamiento animal hasta llevarlo a convertirse en “persona jurídica”, y en particular si tratamos de los grandes simios, de una verdadera pertenencia a la humanidad.
“A través de las páginas de este libro continua el columnista se pasa de maravilla en maravilla. En ellas se lee, además, la fantástica historia de “Sultán, un chimpancé estudiando por Khoeler (quien es un científico serio, n.d.r.) que admiró al mundo científico, ya que conectó telescópicamente, dos carrizos, poniendo uno dentro del otro, para fabricar una herramienta que le permitiera alcanzar un plátano fuera de la jaula.“
Y aún más, escuchen, escuchen, también pueden leer ahí la historia de una pareja inglesa: Se trata de los Hayes, que decidieron enseñar a una pequeña chimpancé, (criada por ellos como una niña) el idioma Inglés. Después de años de enseñanza su alumna logró decir, papá, mami, the cup”
En el caso de que la “Par-condicio” sea reconocida por el Parlamento Europeo, los animales tendrán por consecuencia derecho al voto. El Ministro de Educación Pública tiene esta pequeña chimpancé esperando recibir tal derecho.
Nosotros no hemos hecho estudios específicos sobre los animales, pero nos gusta observarlos. Quien sabe que escándalo hubiera hecho el “Mundo científico de haber descubierto a dos ratas que arrastraban un huevo robado de nuestro gallinero, uno de ellos sosteniéndolo entre las patas delanteras y el otro sosteniéndole al huevo la parte trasera y dirigiéndose en reversa hasta su agujero. En cuanto a su habilidad para transportar objetos tal vez el Misterio de Transportes les hubiera otorgado un reconocimiento.