Excesos de Amor del Sagrado Corazón de Jesús
Segundo Exceso de Amor: Reparar por la soledad de mi Sagrado Corazón y por la ingratitud que recibo de muchísimas almas.
Para los primeros viernes de mes
Coronilla al Sagrado Corazón
En las cuentas del rosario:
En vez del Padre Nuestro:
Oh Sacratísimo, Divino y Adorado Corazón de Jesús, a vos me doy y consagro todo y sin reserva.
En las cuentas del Ave María, diez veces:
V/ Divino Corazón de Jesús fuente Inagotable de Amor y de bondad.
R/ Sed nuestro Refugio y nuestro amparo, ahora y en la hora de nuestra muerta. Amén.
Al final de la coronilla, tres veces:
Divino Corazón de Jesús, tened piedad de nosotros.
Amén.
Primer Exceso de Amor: Reparar por la soledad de mi Sagrado Corazón y por la ingratitud que recibo de muchísimas almas.
Jesús:
Hijos míos: en el ministerio de mi vida pública siempre permanecí rodeado de muchísima gente, gente que buscaba la curación de sus enfermedades, gente que en mis palabras hallaban consuelo, gente que ansiaba encontrar el verdadero camino a la vida eterna; gente poseída por los demonios que deseaban su liberación; gente con el corazón roto, vuelto añicos que deseaban que lo tomase en mis venerables manos y os lo restaurase; gente oprimida por falsas leyes que anhelaban hallar libertad; gente embadurnada de pecado que caminaban tras de Mí para que les perdonase, para que les mostrase un mundo nuevo, mundo más humano, m{as justo; gente con espíritu de oídos y sus corazones a mi predicación, predicación que contenía un mensaje liberador; predicación que llenaba los vacios de los hombres; predicación que los mantenía sujetos de Mi porque descubrían en mis palabras a un hombre inusual, hombre poco convencional, hombre que había descendido de los cielos para hablarles de un Reino de Paz, de Justicia y de Amor.
Hombre que cuando fue aprehendido por declararse el Hijo de Dios se encontró solitario.
Nadie estaba a su alrededor. Aquellos que decían ser mis discípulos se esfumaron como el humo, se diluyeron como el agua. Aquellos a los que sane no se hallaron por ningún lado.
Aquellos a los que liberé pronto me olvidaron. Aquellos que escucharon palabras de consuelo y de esperanza, se taparon los oídos para no escuchar mis gemidos, mis gritos.
Aquellos a los que levante del pecado no están allí para ayudarme en mi prueba; no estaban allí para testimoniar de mis milagros, de mis proezas; no estaban allí para defenderme si fuese preciso con sus vidas.
Ya ves, hijo mío, la soledad que sintió mi Divino Corazón al no ver las muchedumbres que me seguían. Lo que mis purísimos ojos veían era la furia de un pueblo que se abalanzaba contra Mí para destruirme. Pueblo sin Dios que les molestaba mi forma de hablar. Pueblo sin Dios que les molestaba mi forma de hablar. Pueblo sin Dios que tenía como finalidad llevarme como oveja para ser sacrificada, inmolada. Pueblo sin Dios comandado por Satanás que lastimaba mi Sacratísimo Corazón. Pobrecitas almas, tratar así al Hijo de Dios, al Emmanuel, Dios con nosotros que se presentaba bajo apariencia humana para salvarlos, para redimirlos del pecado, para saldarles una deuda dando su propia vida como pago.
De mi pacientísimo Corazón derramaba Sangre preciosa para irles limpiando, irles purificando de sus ignominias, sufría al ver la ingratitud de un pueblo que un día se extasiaba ante mis milagros, milagros que obraba para enseñarles que Dios es el mejor camino, que Dios es la respuesta a las preguntas, la medicina para las enfermedades; el refugio para los desposeídos, abatidos y tristes; pero, aún, así se dejaron inducir por las corrientes fuertes del infierno que querían acabar de una vez con mi vida para darme fin, para cerrar un capítulo en la historia. Pero no fue así: resucite al tercer día. Aún vivo, aún obro prodigios en los corazones que son como el corazón de los niños: puros, cándidos, sencillos.
Mi Sagrado Corazón, aún, palpita; late y vibra de amor por todos vosotros. Es un exceso desbordado de amor. Me dejo encontrar por las almas que me buscan, en ellas me recreo, me deleito porque por ellas di mi vida para darles vida, vida en abundancia. Por ellas aún permanezco en medio de los hombres: para iluminarles con mis rayos Divinos su oscuridad, para curarles las llagas purulentas de su corazón, para alimentarles de mi Cuerpo y mi Sangre, para llevarlas sobre mis hombros al aprisco de mi Corazón y darles de beber hasta que queden embriagadas de mi amor, extasiadas de mi hermosura, arrobadas de mi paz.
Reparad en este Viernes Santo por la Soledad de mi Sagrado Corazón y por la ingratitud que recibo de muchísimas almas, almas que reciben de mis gracias, pero cuando les llega el momento de testificar frente a los hombres, me hacen a un lado y se pasan a otro camino.
Alma reparadora del Sagrado Corazón:
Corazón Sagrado de mi amantísimo Jesús, heme aquí arrodillado frente a vuestro Corazón Eucarístico para reparar en este primer viernes del mes por todas las ingratitudes de las almas, almas que acudieron a Vos en búsqueda de un milagro, almas que os juraron un cambio radical en sus vidas, pero cuando vuestro Sacratísimo Corazón se dilato de amor ante ellas, se olvidaron que fuisteis vos quien obrasteis prodigios en su vida, almas que de momento se entusiasmaron ante vuestras palabras, pero cuando les llegó el día de abrazar la cruz renegaron de su peso, os cuestionan, dudan de vuestra misericordia; almas que hacen pactos de amor con vos, pero una vez sus corazones han recobrado la paz, la calma son demasiado olvidadizas en sus promesas, promesas que deber ser cumplidas, promesas que no pueden ser quimeras sino una realidad, promesas que no han de ser un documento firmado a puño y letra con el cielo, cielo que es sumamente exquisito para dar albergue eterno a las almas, almas que han de reparar en vida sus pecados, pecados que son pasaporte al sufrimiento en la otra vida: si no se arrepiente de corazón, sino se hacen serios propósitos de conversión, de cambio.
Corazón Sagrado de mi amantísimo Jesús, reparo por mis propias ingratitudes, por mis propios desprecios para con vos: Padre Misericordioso, escuchad mi oración. Oración que brota de mi corazón con amor porque sois el elixir de mi vida, sois la estrella radiante que desde el cielo ilumina mi sendero, sois suave oleaje para mi espíritu, sois deleite para mi alma, sois la razón por la cual vivo.
Si muchas almas os pagan mal, Yo sabré recompresaros por vuestros desvelos de amor. Os doy mi corazón para que lo purifiquéis en vuestros Ríos de Aguas limpias, os doy mi cuerpo para que hagáis de él verdadera morada de vuestro Espíritu Divino, os doy mi voluntad para que actúe siempre movido por vuestro Santo Querer, os doy mis pensamientos para que sean liberados de las corrientes del mundo. Os doy mi memoria para cuando recuerde mi pasado me conduela por haber herido vuestro Divinizamos Corazón. Os doy mi vida para que hagáis con ella lo que os plazca. No me pertenezco, soy todo vuestro; por lo tanto tomad control de mis acciones, acciones que deben dar gloria y honra vuestro Santo nombre.
Acciones que deben ser del beneplácito de vuestro Sagrado Corazón, Corazón en el que han varios Aposentos de Amor predispuestos para todos nosotros. Aposentos que son excesos de vuestro Amor Divino para todas las almas que os aman con derroche, almas que viven en santidad, almas que brillan por sus obras, almas que evitaron herir vuestro Corazón porque sois todo bondad, sois todo amor, sois fuente viva de misericordia, sois tribunal siempre abierto para perdonarnos.
Corazón Sagrado de mi amantísimo Jesús, repara por vuestra soledad, soledad que os hiere, os entristece porque os habéis entregado con todo y de nosotros, aún, no habéis recibido nada. Por eso heme aquí, acompañado de un séquito de Ángeles, Ángeles que con sus cantos armoniosos os alaban. Ángeles que agitan incensarios con aroma fina para glorificaros. Ángeles que encienden antorchas de luz en la llama de vuestro Amor Divino para ensalzaros. Ángeles que elevan mi corazón al cielo y se extasían ante la grandeza de vuestro amor.
Heme aquí para amaros por todos lo que no os aman, para adoraros por los que no os adoran.
Heme aquí para irrumpir con vuestra extrema soledad. Si muchos os han abandonado, yo permaneceré a vuestro lado. Si muchos os han olvidado, yo siempre pensaré en Vos porque sois mi gran amor, sois el desvelo de mis noches de ensoñación, sois el manantial de agua pura que calma mi sed. Sois susurro de brisa suave que da paz, sosiego a mi espíritu.
Os amo, os adoro oh Sacratísimo Corazón de Jesús.
Letanías al Sagrado Corazón de Jesús
Señor, tened piedad de nosotros.
Cristo, tened piedad de nosotros.
Señor, tened piedad de nosotros.
Cristo, oídnos
Cristo, escuchadnos.
Padre Eterno, Dios de los cielos, tened piedad de nosotros
Dios Hijo, Redentor del mundo, tened piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, tened piedad de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios, tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el Seno de La Virgen María.
R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, unido sustancialmente al verbo de Dios.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, de majestad infinita.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, templo santo de Dios.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, casa de Dios y Puerta del cielo.
. R/. Tened misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor
.R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, dignísimo de toda alabanza.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, Rey y Centro de todos los corazones.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, en quién están todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la divinidad.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, en quien el Padre halló sus complacencias.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, propiciación de todos nuestros pecados.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, saciado de oprobios.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, fuente de toda consolación.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, salvación de los que en Vos esperan.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Vos mueren.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, que quitas los pecados del mundo.
.R/ Perdonadnos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.
.R/ Escuchadnos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.
.R/tened piedad de nosotros.
Jesús manso y humilde de Corazón.
.R/ Haced nuestro corazón semejante al Vuestro.