De la carta a los Hebreos 10,11-18. Miércoles 28 de Enero de 2015.
“CRISTO HIZO PERFECTOS PARA SIEMPRE A LOS QUE HA SANTIFICADO”.
Los sacerdotes están de servicio diariamente para cumplir su oficio, ofreciendo repetidas veces los mismos sacrificios, que nunca tienen el poder de quitar los pecados.
Cristo, por el contrario, ofreció por los pecados un único y definitivo sacrificio y se sentó a la derecha de Dios,
esperando solamente que Dios ponga a sus enemigos debajo de sus pies.
Su única ofrenda lleva a la perfección definitiva a los que santifica.
Nos lo declara el Espíritu Santo. Después de decir:
Esta es la alianza que pactaré con ellos en los tiempos que han de venir, el Señor añade: Pondré mis leyes en su corazón y las grabaré en su mente.
No volveré a acordarme de sus errores ni de sus pecados.
Pues bien, si los pecados han sido perdonados, ya no hay sacrificios por el pecado.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal católico: Asamblea Eucarística. México