Meditación de las Horas Nocturnas
V. Reparad por las almas involucradas en el horrible crimen del aborto.
Coronilla del Amor
En las cuentas del Rosario:
En las cuentas grandes:
Sagrados Corazones de Jesús y de María:
Sed nuestro amor y salvación.
En las cuentas pequeñas (10 veces):
Jesús, María os amo. Salvad almas.
Al final del Rosario, repetir tres veces:
Sagrados Corazones de Jesús y de María:
Haced que os ame cada vez más.
V. Reparad por las almas involucradas en el horrible crimen del aborto.
Jesús:
Hijo amado: mi Divino Corazón se desgarra de dolor en esta noche, porque muchos bebés son asesinados en el vientre de sus madres; bebés que fueron elegidos desde mucho antes de ser concebidos; bebés que venían marcados con un sello de predilección; bebés que tenían una misión específica para cumplir en esta tierra; bebés que tenían todo el derecho de nacer, de abrir sus ojitos a un nuevo mundo, de sonreír a papá y a mamá, de balbucear y pronunciar sonidos de ángeles como gesto de agradecimiento por haberle dado vida.
Hijo amado: mi Divino Corazón se desgarra de dolor en esta noche, porque muchos bebés cargan con las consecuencias de la irresponsabilidad de sus padres y son mártires en el vientre de sus madres; madres que están llamadas a donarse por entero a sus hijos; madres que deben luchar con tesón, enfrentando una sociedad injusta, señaladora; madres que deben hacer en su vientre una cunita de amor porque en el duerme un pequeño angelito indefenso y tierno; angelito que espera las caricias de su madre y el abrazo delicado de su padre; angelito que sólo pensará en jugar, angelito que descenderá a la tierra para dar alegría a una familia, regocijo a un corazón de madre.
Hijo amado: reparad en esta hora nocturna porque el maltrato que reciben estos bebés, desde antes de nacer, desgarran de abatimiento mi Sagrado Corazón porque: ¡Cómo es posible que un padre y una madre asesinen a su propio hijo, hijo producto del amor! ¡Cómo es posible que los hombres evadan la gran responsabilidad de engendrar un hijo y sientan temor a la paternidad y a la maternidad! ¡Cómo es posible que cometan el acto más abominable que clama venganza desde el Cielo! ¡Cómo es posible que se atrevan a agredir a una criatura que es indefensa, criatura formada a su imagen y semejanza! ¡Cómo es posible que una madre convierta su vientre en una tumba mal oliente después de haber sido un hermoso jardín en el que florecía un delicado lirio o una esbelta azucena! ¡Cómo es posible que los hombres sean tan ruines, no le tengan miedo al día del juicio!
Hijo amado: secad las lágrimas de sangre que corren por mis ojos y uníos a mi dolor y reparad para que estas pobres madres vuelvan su corazón a Mí.
Alma Reparadora:
Corazón agonizante de Jesús: vuestras palabras contristan mi corazón.
Vuestras palabras me llevan a un arrepentimiento verdadero de mis pecados y a una conversión perfecta y transformadora.
Vuestra palabras hacen que ame más el sacrifico y penitencia. Vuestras palabras avivan en mi un fuerte deseo de reparar cada noche porque sois herido, flagelado por todos los pecados de la humanidad; pecados que son la causa para la condenación de muchas almas; pecados que son la ruina y el descalabro espiritual de muchos hombres y mujeres que no miden las consecuencias de sus actos y por eso perecen, mueren en vida.
Corazón agonizante de Jesús: dejadme enjugar vuestro rostro sudoroso y empolvado por los vejámenes de las criaturas. Dejadme secar vuestras lagrimas y abrazaros porque no estáis sólo, podéis contar conmigo, utilizadme como os plazca, solo quiero dar alivio a vuestro Divino Corazón. Corazón que ama con amor de Padre, de hermano, de amigo.
Corazón que arde en la llama de amor divino. Llama que abrasará a las madres abortantes para quemar su pecado. Llama que dará abrigo a todos los no nacidos.
Corazón agonizante de Jesús: decidme que he de hacer para que las madres y el mundo entero tomen conciencia: que el aborto es un horrible pecado que degrada, embrutece, animaliza a quienes lo practican.
Corazón agonizante de Jesús: recibid mis sacrificios, mi inmolación, mi reparación constante para que vuestro Sagrado Corazón deje de padecer y de sufrir tanto. Corazón agonizante de Jesús: transverberad con vuestros rayos de luz el corazón de todas las madres gestantes; madres que piensan acabar con la vida de su hijito; madres que se sienten solas, temerosas de enfrentar una realidad; madres que dicen: no estar preparadas para la crianza de su bebé; madres que se sienten desplazadas, abandonadas.
Corazón agonizante de Jesús: haced que todos los hombres valoren la vida, actúen movidos por vuestra Divina Voluntad, que sólo piensen en daros gloria, en rendir Tributos a Dios Misericordioso, Justo.
Gracias amante Jesús mío: por despertarme en esta noche y unirme al Santo oficio de los Ángeles.
Gracias por consumir mi corazón en deseos de amaros cada vez más con mayor ímpetu y fuerza.