“NO SERÁN USTEDES LOS QUE HABLARÁN, SINO EL ESPÍRITU DE SU PADRE”.
¡Cuídense de los hombres! A ustedes los arrastrarán ante sus consejos, y los azotarán en sus sinagogas.
Ustedes incluso serán llevados ante gobernantes y reyes por causa mía, y tendrán que dar testimonio ante ellos y los pueblos paganos.
Cuando sean arrestados, no se preocupen por lo que van a decir, ni cómo han de hablar. Llegado ese momento, se les comunicará lo que tengan que decir.
Pues no serán ustedes los que hablarán, sino el Espíritu de su Padre el que hablará en ustedes.
Un hermano denunciará a su hermano para que lo maten, y el padre a su hijo, y los hijos se sublevarán contra sus padres y los matarán.
Ustedes serán odiados por todos por causa mía, pero el que se mantenga firme hasta el fin, se salvará.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal católico: Asamblea Eucarística. México