Etimológicamente significa “magnánimo”. Viene de la lengua inglesa y alemana.
Nació en el año de 1447, en el castillo de Arona, cerca de Milán, hijo de Gilberto y de Margarita de Médici, hermana del Papa Pío VI.
A los 8 años el 15 de octubre del año de 1545 recibió la tonsura clerical y poco más tarde fue enviado a Milán para cursar los estudios humanísticos con el preceptor Bonaventura Castiglioni.
En el otoño del año de 1552 se matriculó en la Facultad de Derecho de la Universidad de Pavía, donde el 6 de diciembre de 1559 obtuvo el doctorado in utroque jure. El 25 de diciembre su tío de Carlos es elegido Papa, el tío era el cardenal Juan Ángel de Médicis, que tomó el nombre de Pío IV.
Este hecho influyó en la vida del joven Carlos. El nuevo Papa, al día siguiente de su exaltación papal, lo mandó llamar a Roma y lo colmó de honores y dignidades: protonotario apostólico y referendario de la Signatura. Carlos ocupó varios cargos a lo largo de varios años, pero el cargo más importante que le dio fue el de la administración de los Estados de la Iglesia y el de la Secretaría de Estado; 21 años y ya con esa enorme responsabilidad, no por incapaz pues tenía estudios de doctorado recordemos. En él halló Pío IV el más fiel y abnegado colaborador de su pontificado.
Tenía una inmensa riqueza material, sin embargo todo lo abandonaría por amor a los pobres, su gran delicia y su gran preocupación, daba de comer cada día a más de 3,000 personas, compartía con ellos y sentía por sus venas el dolor de ellos.
Cuando es ordenado arzobispo de Milán, la diócesis que más tarde se convertiría en la más grande después de Roma.
Funda seminarios en los que los sacerdotes adquiriesen una formación de calidad.
Se le recuerda en todas sus biografías como el santo que se entregó de lleno en la caridad, en la ayuda y en el consuelo material y espiritual para todos los que tuvieron que sufrir al azote de la peste de Milán en 1576.
A pesar de su edad avanzada, no dejaba sus deberes, de atender a los desvalidos y repetía a menudo:<
Su cuerpo incorrupto se conserva en la catedral de Milán. Fue canonizado el 1 de noviembre del año de 1610. La iconografía del santo es muy rica. El mejor cuadro es el pintado por Ambrosio Figini y conservado en la Biblioteca Ambrosiana de Milán.