Etimológicamente significa “ de buena familia”. Viene de la lengua alemana.
Nace en el año de 1206 en Lauingen Baviera, hijo de padres que pertenecen a la nobleza, pues su padre era oficial del ejército de Federico II, realmente se sabe muy poco de su infancia, pero a la edad de 16 años ingresa a la universidad de Padua, sus grandes cualidades intelectuales le hacen que se le ponga un sobre nombre, el del “magnifico”.
Santo que tuvo la dicha de ser maestro de Santo Tomás de Aquino, ingresa a la orden de los dominicos tras la predicación de Jordán de Sojonías, donde santo domingo suscita el primer evento a la cabeza de la orden de los dominicos en el año de 1223. En la orden tiene la oportunidad de ser profesor en varias universidades de París y Colonia.
Uno de sus objetivos como profesor era adaptar al mundo occidental el pensamiento de Aristóteles al cristianismo, utiliza los métodos que eran los más avanzados en la investigación, hizo uso de descubrimientos de la tradición árabe de Córdoba.
Un evento importante en la vida de Alberto fue cuando su alumno Tomás de Aquino fue acusado de herejía, Alberto no dudó lo más mínimo en salir en su defensa y con su gran elocuencia intelectual logra inclinar el problema en bien de Tomás.
Hombre muy sabio pero muy obediente a la orden y como hijo de obediencia, lo nombraron provincial de los dominicos y más tarde obispo de Ratisbona.
Su vida dentro del estudios da como fruto su obra la friolera de 38 volúmenes sobre los temas más variados que uno se pueda imaginar: teología, filosofía, geografía, química, astronomía etc. Un sabio viviente.
Como predicador y como buen dominico fue sobresaliente en el anuncio del evangelio recorrió Alemania predicando la Palabra de Dios y el mensaje de Jesús. En el año de 1280 muere cuando hablaba con los hermanos y al mismo tiempo con los auxilios de Dios, la Iglesia lo nombra doctor de la iglesia.