“CRISTO SE HUMILLÓ A SÍ MISMO, POR ESO DIOS LO EXALTÓ”.
Tengan unos con otros las mismas disposiciones que estuvieron en Cristo Jesús:
El, siendo de condición divina,
no se apegó a su igualdad con Dios,
sino que se redujo a nada,
tomando la condición de servidor,
y se hizo semejante a los hombres.
Y encontrándose en la condición humana,
se rebajó a sí mismo
haciéndose obediente hasta la muerte,
y muerte en una cruz.
Por eso Dios lo engrandeció
y le dio el Nombre
que está sobre todo nombre,
para que al Nombre de Jesús
se doble toda rodilla en los cielos,
en la tierra y entre los muertos,
y toda lengua proclame
que Cristo Jesús es el Señor,
para gloria de Dios Padre.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México