Billete Celador –Un Mensaje para Ti Guardia de Honor-
Estén alerta…
Parroquia de san Pío X
“Estad atentos y vigilad, porque ignoráis cuando será el momento. Al igual que un hombre que se ausenta: deja su casa, da atribuciones a sus siervos, a cada uno su trabajo, y ordena al portero que vele; velad, por tanto, ya que no sabéis cuando viene el dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al cantar del gallo, o de madrugada. No sea que llegue de improviso y os encuentre dormidos. Lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad!”
Marcos 13,33-37
Hoy en día vivimos en una sociedad decadente que no sabe más que gozar de la vida y reivindicar sus ventajas. Todo aquel que no ha sido enseñado por sus padres desde temprana edad: que no serán nada, sino son capaces de sacrificarse por una misión, difícilmente llegará a la plenitud humana.
Lograr nuestra misión requiere una actitud responsable pues el mundo presente nos ha sido encargado. La salvación que Jesús ofrece a los que crean en él no se puede separar de su misión al servicio del mundo. Estos seguirán los pasos de su Maestro y como él alcanzarán su plenitud humana al hacerse servidores del plan de Dios sobre la historia humana.
Dios da dones a cada uno según sus méritos.
Vela por ti mismo y por la enseñanza; persevera en estas disposiciones; pues obrando así te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen. 1 Timoteo 4,16
Dios continúa dejando oír su palabra: Escritura, tradición, predicación, magisterio… y la palabra de Dios es el mismo Cristo a quien se escucha. La palabra de Dios reclama atención y, a veces, dedicación plena. El cristiano es un hombre que vive pendiente de la Palabra de Dios. Quien ama de veras a Cristo, conoce a fondo las palabras y hechos de Cristo. Pero sobre todo le conoce vivencialmente, por meditación asidua. Uno siempre encuentra tiempo para lo que se ama. Muchos dedicamos gran parte de nuestro tiempo en leer vida y milagros de santos y poco a la escucha de la Palabra. No una lectura superficial o de prisa o por obligación. Sino de entrega, donación… de acogerla en el corazón y hacer vida sus enseñanzas.
Cuando la Palabra se ha escuchado atentamente y con fidelidad, produce en el “oyente” comprometido un ardiente deseo de anunciar a todos los hombres esta palabra. Esta ansia no es otra cosa que una señal de una amistad sincera con Cristo. Y la amistad con Cristo produce apóstoles. La palabra de Dios atrapa a los que quieren hacerse disponibles para Dios y para el amor. Algunos la Palabra los atrapa para vivir en un dialogo intimo y contemplativo con Cristo, a otros para darse a la predicación, a otros a la Enseñanza…a otros les abre el corazón a Dios…otros se empeñan en hacerse los sordos y nunca encuentran su sitio en la sociedad o en la Iglesia…
Vigilar es una actitud espiritual de resistencia ante la tentación de instalarse para gozar la vida y por consiguiente malgastarla.
El no creyente duerme sin prever, mientras que el creyente vigila.
Acuérdate, por tanto, de cómo recibiste y oíste mi palabra: guárdala y arrepiéntete. Porque si no estás en vela, vendré como ladrón…Apocalipsis 3,3
En Acción de Gracias por la proxima Consagración de México al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María.
Oremos por el éxito del Plan Diocesano de Pastoral.
Oremos por la orden del Presbiterado de este 12 de Diciembre de: Arturo Pérez, Ricardo Sánchez Ávila, José Cruz Bustamante, José Manuel castillo Rocha, Diego A. Crespo, Albino Salvador Estrada Molina.
Oremos muy en especial por: Nuestro Arz. Alfonso Cortes, Obispo Juan Pallares, P. Eduardo Contreras y P. Juan Rodríguez de Alba
AMEN, AMEN, AMEN.