Aposento de Adoración
XII. Lámparas del Amor Divino
Jesús:
Hijo mío: en este Sacramento os manifestaste una senda más elevada para que lleguéis a la perfección, perfección que os da distinción de las demás criaturas porque os hacéis santos.
Contemplad en mi Corazón Eucarístico la longitud, la anchura y la profundidad de su océano; océano en el que beben y se embriagan de amor los Ángeles, los Santos del cielo y las almas puras y recogidas en la tierra.
Contemplad lo que en este misterio os manifiesta mi Corazón, para que bebáis del conocimiento de mi Divino Espíritu. Espíritu que os muestra infinita sabiduría que todo lo abarca, desde la eternidad pasada hasta la eternidad venidera.
Contemplad la bondad infinita de mi Corazón Eucarístico. Corazón presto en perdonaros.
Corazón abierto para daros albergue, porque allí afuera padecéis frío. Corazón dispuesto en daros a conocer la sabiduría que él encierra.
Corazón dispuesto en poner en vuestras manos mis más grandes tesoros, para que dejéis atrás vuestra vida precaria y os hagáis ricos, porque son perlas de incalculable valor.
Sumergíos en él y probad, cuán suave es la bondad de Vuestro Dios. Deleitaos en ella; amadla y alabadla, porque mi bondad no tiene límites; abarca a todas las almas que vengan a beber en las fuentes de mi Divinísimo Corazón.
Contemplad la Misericordia que os cobija, os arropa porque mi tribunal se halla abierto para perdonaros, para declararos inocentes de vuestras culpas.
Contemplad mi Omnipotencia escondida en la Sagrada Hostia. Omnipotencia, porque soy Vuestro Dios, Vuestro Señor, Vuestro Arquitecto, Vuestro Alfarero; Omnipotencia, porque trazo planes diversos a vuestra vida, planes que os sacan de la obnubilación, del letargo; Omnipotencia, porque si sois dócil, tomo la greda blanda de vuestro corazón y os doy nueva forma; forma que os asemeja al Mío. Omnipotencia porque mi Divinidad yace en este misterio de amor. Misterio abandonado, excluido del corazón de muchas almas.
Contemplad mi real presencia en la Eucaristía y regocijaos en mi invención de amor; contemplad una parcela de cielo en la tierra y responded a mi llamado, siendo lámpara del Amor Divino y alumbrad todos los Sagrarios en la tierra, porque sois incensarios de ángeles que se agitan en una y otra dirección: alabando, adorando y glorificando mi Magnificencia de Amor, Amor que me condujo a permanecer plantado como nardo purísimo en todos los Tabernáculos del mundo.
Alma adoradora del silencio:
Amorosísimo Jesús: alabado, ensalzado y glorificado seáis, por haberos quedado en el santísimo Sacramento del Altar, por mi amor.
Amorosísimo Jesús: alabado, ensalzado y glorificado seáis, porque nacisteis pobre y humilde, tomando un corazón semejante al nuestro, inclinado siempre en amarnos.
Amorosísimo Jesús: alabado, ensalzado y glorificado seáis, porque sois la salud y el consuelo de los enfermos y afligidos.
Amorosísimo Jesús: alabado, ensalzado y glorificado seáis, porque con grandes fatigas buscáis por montes y valles a las ovejas perdidas para enseñarles el camino al cielo.
Amorosísimo Jesús: alabado, ensalzado y glorificado seáis, porque con indecible fineza nos dejasteis vuestro Cuerpo y Sangre en el adorable Sacramento del Altar.
Amorosísimo Jesús: alabado, ensalzado y glorificado seáis, porque me concedéis la insigne gracia de procurar vuestra gloria en este mundo.
Amorosísimo Jesús: alabado, ensalzado y glorificado seáis, porque sois candor de Ángeles en la tierra, sois el nardo purísimo de celestial perfume que aromatiza mi corazón con vuestra fragancia exquisita, sois el Emmanuel, Dios con nosotros, que estáis presente en la divina Hostia para resguardarnos en uno de los aposentos de Vuestro Corazón Eucarístico.