Etimológicamente significa “bellísimo”. Viene de la lengua griega.
Nació en Roma en el año de 155. Era hijo de un patricio romano. Toda una garantía para llevar una vida sin ningún problema. Pero Dios lo planes distintos.
Se convirtió al cristianismo ya de una edad adulta y al hacerlo cambio su vida en todos sus aspectos, esto le provocó que tuviera que vivir como un esclavo.
El dueño en donde trabajaba, vio que tenía muy buenas cualidades y una profunda formación, honestidad y veracidad lo distinguía . Por esta razón lo puso al cargo de la Banca.
Los negocios no daban el fruto deseado y el jefe le echó la culpa de la quiebra a Calixto desterrándolo a Cerdeña. El ama de llaves del emperador Commodo era cristiana, lo conocía bien y logró que lo pusieran en libertad.
El Papa san Víctor consiguió que se acercara a Roma para hacer sus estudios de Sagrada Escritura. Al poco tiempo lo nombraron archidiácono del Papa san Ceferino.
Una de las primeras cosas que llevó a cabo fue la fundación de las Catacumbas, famosas y con un amplio estudio de estas catacumbas para que en ellas recibieran cristiana sepultura todos los Papas del siglo III. Estas Catacumbas, por mandato de Juan XXIII, las regentan en la actualidad los Salesianos.
En estas Catacumbas en la actualidad se encuentran los restos de 174.000 mártires y, entre ellos, 46 Papas.
Fue Calixto el que, al llegar a Papa, autorizó los matrimonios entre esclavos y libres. En contra de la rigidez de entonces para recibir el sacramento del perdón (reconciliación), dictó que todos los pecadores tuvieran libre acceso a este sacramento.
Otro gran logro fue introducir el catecumenado, tan de moda hoy en las iglesias y parroquias, pero necesario para fortalecer la fe. Fue también el tiempo en el que los cristianos comenzaron a tener iglesias públicas como tenían los paganos sus templos, la tradición cuenta que el día de su muerte, en el año 222, cayó un rayo en el Capitolio y lo hizo pedazos.