“EL SEÑOR ME HA UNGIDO Y ME HA ENVIADO PARA ANUNCIAR LA BUENA NUEVA A LOS POBRES” (cfr. Lc 4,18).
El Espíritu del Señor Yavé está sobre mí!
sepan que Yavé me ha ungido.
Me ha enviado con un buen mensaje para los humildes,
para sanar los corazones heridos,
para anunciar a los desterrados su liberación,
y a los presos su vuelta a la luz.
Para publicar un año feliz lleno de los favores de Yavé,
y el día del desquite de nuestro Dios.
Me envió para consolar a los que lloran
y darles (a todos los afligidos de Sión)
una corona en vez de ceniza,
el aceite de los días alegres, en lugar de ropa de luto,
cantos de felicidad, en vez de pesimismo.
Les pondrán el sobrenombre de “Encinas de Justicia”, “los que Yavé plantó para su gloria”.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México