Salmo 118 (119). Miércoles 24 de Septiembre de 2014.
“CONDÚCEME, SEÑOR, POR TU CAMINO”.
Aleja de mí el camino engañador, y dame la gracia de tu Ley.
La ley de tu boca vale más para mí que millones de oro y plata.
Tu palabra, Señor, es para siempre, inmutable en los cielos.
Apártense de mi, agentes del mal, para que guarde los mandamientos de mi Dios.
Me regulo por todos tus preceptos y odio cualquier camino de mentira.
Detesto la mentira, la aborrezco, pero eso sí que amo tu Ley.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México